La obra del sacerdote pasionista será un impulso más a la beatificación de la franciscana agredeña en el Fórum Internacional Mariano que tiene lugar en Roma, y que debatirá sobre la vida y obra de esta religiosa.
Según ha reseñado Jhon Bazán Aguilar, editor de la revista Oiga de Lima (Perú), "la famosa mística mariana María de Jesús de Ágreda es una personalidad considerada como la tercera mujer española más grande, junto con Santa Teresa e Isabel la Católica. Lo llamativo del caso es que, por su madre Catalina de Arana, es oriunda de Vizcaya", como Antonio María Artola, coautor de la obra que será presentada en el Fórum Internacional Mariano y que tendrá lugar en Roma el 29 y 30 de este mes. Servirá para impulsar la beatificación de la religiosa agredana.
Un trabajo que ha visto la luz curiosamente al otro lado del Atlántico, de la mano del fondo editorial de dicha revista. El título de la obra es 'La Venerable Madre María de Ágreda y la Inmaculada Concepción, El Proceso Eclesiástio a la «Mística Ciudad de Dios»', y en la misma también ha tomado parte el padre franciscano Benito Buendía.
Hasta el 2011 la Madre Agreda era, con el arzobispo Palafox, la causa más conflictiva de toda España. La beatificación de Palafox le ha preparado así el camino para su glorificación.
A los dos años de su muerte se introducía su causa de beatificación, que se creía había de ser "rapidísima", dada su extraordinaria fama de su santidad. Sin embargo, la llegada a Lima del primer volumen de su gran obra la 'Mística Ciudad de Dios' (MCD), produjo la denuncia de la misma a la Inquisición del Perú, el 24 de julio de 1669, antes de la aparición de los tres volúmenes todavía inéditos. Recibida la denuncia en Madrid, comienza el larguísimo proceso de 14 años que terminó con la absolución del libro.
Delatada ante la Inquisición Romana, la obra es condenada el 26 de junio de 1681. La condenación es sobreseída. Pero la autora agredeña se convierte en blanco de la oposición maculista que le depara un calvario cuyas estaciones aún no han terminado. El 19 de enero de 1999 la Secretaría de Estado del Vaticano publicó una declaración que eximía a la Venerable, de todo error y herejía. Pero el Santo Oficio renovó la negativa a la reapertura de su 'Causa'.
Este año 2015 en que se celebraba el V Centenario de Santa Teresa, será sin duda el año de la rehabilitación de la Madre Ágreda. A ello contribuye, en gran medida, la celebración de un Foro Teológico en Roma sobre su Mariología y que arranca esta misma semana. La Madre Ágreda es, ante todo, una figura teológica internacional, de primer rango. Junto con el Beato Duns Escoto y el Beato. Pío IX es la más benemérita de la Inmaculada cuya verdad defendió en su gran obra.
De su teología escribió el primer censor eclesiástico de la obra, el jesuita Menda: "La lectura de la obra me ha causado tantas admiraciones como renglones tiene. Más he aprendido de ella que de cuantos en muchos años con desvelo continuo he estudiado, en todas las materias que toca, por la claridad, destreza y profundidad con que habla, la propiedad en los términos, la puntualidad en las locuciones, el acierto en las más sutiles dificultades, motivan a una veneración y pasmo". El benedictino padre Diego de Silva, decía en su aprobación de la MCD: "No se han manifestado a los mortales caracteres de tanta erudición, tanto provecho, tanta novedad, no solo es digna esta obra de ver la luz, sino ejecutada porque salga a darla a todos los hombres"
El obispo del Burgo de Osma, Miguel Escartín, brillante teólogo cisterciense, narraba en su Prólogo Teológico a la obra: "Cuando en aquella primera parte entré en la declaración de los instantes de las predefiniciones y decretos de Dios, quedé poseído de admiración, por ver tan alta y sutil teología y tratada por una mujer con la mayor claridad, concisión y erudición, que hasta ahora han alcanzado las escuelas [...] Habiendo visto después las otras dos partes, ha crecido mi suspensión".
La Madre Agreda tiene el mérito de haber llevado a los pueblo cristiano y a los numerosos claustros femeninos de la familia franciscanas, una lectura asequible en lengua española a lo que los grandes mariólogos del siglo XVII no lo lograron, por haber escrito sus eruditos volúmenes en un latín cuyos destinatarios era solo una élite teológica. A pesar del embargo de la inquisición española, los ejemplares publicados en Portugal, donde la Inquisición no dio norma alguna negativa, los ejemplares de la obra de la Madre Ágreda eran leídos por todas partes.
La obra ha sido traducida a las lenguas europeas. Ha sido vertida al latín, al griego moderno y al árabe. No cesan de publicarse nuevas traducciones, como la reciente de la India, y se preparan la croata y la japonesa. Unas 150 ediciones de la obra completa, o de textos selectos proclaman la singularidad de esta obra inmortal.
Qué decir de su espíritu apostólico en esta era de la nueva evangelización las 500 veces que en bilocación predicó la fe en Nuevo México, hacen de ella un misionero increíblemente nuevo y eficaz.
En cuanto a figura femenina, Artola no olvida que es considerada como la tercera mujer española más grande. Haciendo un parangón con la primera, el agustino Fabio del Corazón de María escribió: "Teresa tiene más sentimiento; María de Ágreda, más inteligencia. Teresa es una mujer sin igual; María es un hombre, por su rara mesura y gravedad. María de Ágreda, discurre, convence, persuade y agrada. Teresa seduce y arrastra. María es filósofa, y una teóloga eminente. Teresa es más poeta".
"A estas apreciaciones muy externas, hay que añadir otra esencial. A Teresa la conoce todo el mundo, y en todo el mundo. A la Madre Agreda le envuelve una niebla de prejuicios, cuya terrible inconsistencia histórica la hace inasequible como la verdad verdadera que solo personalmente se alcanza", ha concluido Jhon Bazán Aguilar.