Son pinturas barrocas obra de Juan Zapata Ferrer, datadas entre 1700 y 1704.
La Junta de Gobierno de la Diputación ha aprobado hoy el expediente de contratación para restaurar las pinturas murales del camarín de la Virgen en el Aula Magna Tirso de Molina. Se trata de una primera fase para recuperar este espacio que sale a licitación por importe de 65.975,46 euros.
La vicepresidenta primera de la Diputación, Esther Pérez, ha explicado que se desconoce la fecha exacta de la construcción del camarín si bien las pinturas datan de la época barroca y se cree que fueron realizadas en el siglo XVIII, concretamente entre los años 1700 y 1704. El autor de las mismas fue Juan Zapata Ferrer, que también realizó las pinturas de San Saturio.
El camarín de la Virgen de la Merced se presenta como una estructura arquitectónica adosada a la cabecera de la iglesia, elevada sobre la sacristía y cuyo volumen se proyecta en el exterior como prolongación del ábside. Sigue la moda de sus coetáneos. El recinto es de reducidas dimensiones y el espacio se corona con una bóveda, apoyada sobre pechinas. El tema iconográfico principal de las pinturas está dedicado a la vida de la Virgen.
En las pinturas no se ignoran las referencias emblemáticas a la Orden de la Merced, destacando la íntima relación y el papel de mecenazgo de la Orden con la figura de la madre de Cristo. El camarín refleja todo un mundo de fantasía e ilusión por medio de arquitecturas fingidas y trampantojos, uniendo el mundo espiritual con el terrenal.