Los consejeros de Presidencia de ambas regiones se reúnen para afianzar la relación institucional y colaborar en ámbitos como sanidad, servicios sociales y educación entre otros, en las zonas limítrofes de ambos territorios.
El consejero de la Presidencia, José Antonio de Santiago-Juárez, se ha reunido este miércoles en Valladolid con el consejero de Presidencia y Justicia del Gobierno de Cantabria, Rafael de la Sierra, para afianzar la relación institucional entre estas dos comunidades, comenzar una ronda de reuniones sectoriales con las que avanzar en ella y, sobre todo, buscar conjuntamente la prestación coordinada de servicios de calidad a los ciudadanos que residen en las zonas limítrofes.
Esta reunión de consejeros de la Junta de Castilla y León y el Gobierno de Cantabria se ha planteado como un primer contacto de la presente legislatura, si bien De Santiago-Juárez y De la Sierra se han emplazado a fijar una próxima reunión en Santander en la que poder avanzar sobre aspectos concretos ya expuestos en el encuentro de hoy: atención sanitaria, educación, servicios sociales, atención a víctimas de violencia de género, patrimonio cultural y promoción turística, transparencia y atención al ciudadano. Castilla y León y Cantabria ya disponen, además de un convenio para la gestión coordinada del Parque Nacional de Picos de Europa, de otros dos convenios en materia de coordinación en intervenciones, prevención y extinción de incendios forestales que se pretenden reforzar.
Castilla y León presenta una amplia trayectoria en el desarrollo práctico de la denominada cooperación horizontal, con la que se busca reforzar el autonomismo útil y cooperativo y el papel de las comunidades autónomas. El Gobierno autonómico castellano y leonés ha expuesto al Ejecutivo cántabro su experiencia resultante de los ocho protocolos de colaboración vigentes con el resto de comunidades autónomas limítrofes, más los 45 convenios sectoriales concretos.
En los últimos años, se han generalizado los instrumentos de colaboración horizontal, consecuencia de la afirmación de la estructura territorial descentralizada del Estado, lo que ha permitido dotar de mayor normalidad a las relaciones intercomunitarias, en cuyo marco este tipo de instrumentos son imprescindibles. La colaboración horizontal -al igual que la vertical existente entre Estado y comunidades autónomas- se enmarca en los principios de colaboración, solidaridad y lealtad como principios de ordenación del Estado Autonómico.