Sorian@s pone en evidencia que el contrato con la empresa SICE expiró en 2005, tras diez años de adjudicación. Los servicios jurídicos municipales aconsejaron un pliego en 2010.
"El contrato de mantenimiento de los semáforos en Soria es, cuando menos, alegal", ha afirmado el concejal de Sorian@s Luis Alberto Romero este martes quien ha puesto en evidencia que en la acutalidad que la adjudicación se produjo en 1997 por dos años y con la posibilidad de ser renovado cada dos anualidades con un máximo de seis ejercicios. Con ello, la validez del contrato, que se otorgó por un montante de 3.314.000 de pesetas de entonces, está en entredicho.
En dicho contrato se contemplaba la subida anual conforme al IPC, si bien, ahora, en Sorian@s han asegurado desconocer en qué punto se encuentra la gestión del servicio, ya que en principio expiró hace diez años.
Romero ha señalado que no ha habido licitación alguna al efecto desde 1997, por lo que esta adjudicación se encuentra "estancada" habida cuenta que ya en 2010 los técnicos municipales "avisaron" al equipo de Gobierno municipal sobre esta situación. "Y no se les hizo caso", ha remarcado el concejal, añadiendo que no sirven excusas por tratarse de un contrato que viene de tiempos en los que gobernaba otro signo distinto en el Consistorio mientras que el actual lleva dos legislaturas, además de la actual, con la misma situación. "No hay un contrato legal", ha insistido Romero.
En el pliego de hace 18 años, la empresa SICE se hizo con la contratación del servicio, ya que su oferta era la más ventajosa de las presentadas en un pliego que contemplaba 30 minutos para solventar problemas en la regulación del tráfico. "Sin embargo, este servicio no existe durante los fines de semana", ha observado el concejal, quien se ha preguntado sobre el destino de la partida con la que se debe afrontar el pago de este servicio.
En la agrupación electoral también han incidido en la necesidad de adecuar el tránsito de vehículos y sincronizar los semáforos para ordenar el tráfico, ya que los conductores en vías como Eduardo Saavedra o en la entrada a la ciudad tras atravesar el puente del Duero, con multitud de parones, salvo ciertas excepciones en las que coinciden los tiempos. Aquí también han incidido en el semáforo de la avenida de la Constitución, que sufre continuas averías por la humedad, ya que su sistema no está correctamente aislado ante las lluvias.