El arzobispo de Zaragoza acompaña a una delegación agredeña con miembros del grupo de trabajo que lleva el nombre de la franciscana. El prelado muestra su confianza en salvar obstáculos para ver a la Madre Ágreda en los altares.
'María de Jesús de Ágreda: una historia y un pensamiento'. Con este título se desarrollaba en Roma, a finales de octubre, un fórum internacional de Mariología que tuvo como protagonista a la Madre Ágreda. Organizado por la Pontifica Academia Mariana Internacional (PAMI) en colaboración con la Facultad de Teología y Filosofía de la Pontificia Universidad Antonianum de Roma (PUA) y el Monasterio de las Madres Concepcionistas de Ágreda, era del primer congreso que se realizaba en la capital italiana en torno a la Venerable. Los objetivos del mismo eran rescatar la espiritualidad mariana de esta mística española para la Iglesia universal, reivindicar la influencia de su pensamiento en la teología católica actual y dar un impulso a su Causa de Beatificación.
El Fórum se dividió en dos sesiones. La primera estuvo moderada por fray Pietro Messa, Decano de la Escuela de Estudios Medievales y Franciscanos de la PUA. En la presentación del Congreso intervinieron sor Mary Melone, rectora de la PUA; fray Gianni Califano, postulador de la Causa y fray Vicenzo Battaglia, presidente de la PAMI. Además, Paloma García Ovejero, corresponsal de COPE en Roma, dio lectura a una carta enviada por Sor María Vega Arenzana, abadesa del monasterio de La Concepción de Ágreda.
La primera ponencia estuvo a cargo del padre Antonio María Artola, profesor emérito de la Universidad de Deusto-Bilbao, miembro de la PAMI y gran conocedor del recorrido vital y el proceso de Beatificación de la Madre Ágreda. Su conferencia, 'Estudio de la Madre Ágreda, vivencia histórica y estado actual de la Causa', vino a desgranar el largo proceso de Beatificación. El profesor Giuseppe Buffon, de la PUA, disertó sobre 'Los franciscanos y la política femenina en el Siglo XVII' reseñando la influencia de los franciscanos en la política española en ese siglo en el que la Monarquía española abanderó la defensa de la Inmaculada. Sor María de Jesús contribuiría por medio de su obra Mística Ciudad de Dios a la amplia difusión de la Inmaculada en América. La última exposición de la tarde estuvo a cargo a Rosaria Cabibbo, profesora del Departamento de Estudios Humanísticos de la Universidad de Roma III, quien destacó el buen uso de la escritura y la talla intelectual de la Venerable, manifestadas en la correspondencia que mantuvo con Felipe IV.
La sesión de la jornada siguiente, el 30 de octubre, fue moderada por fray Agustín Hernández, Decano de la Facultad de Filosofía de la PUA. Participaron Stefano M. Cecchin, secretario de la PAMI, Francisco Javier Calpe Melendres, de la Universidad Antonianum, y Pino Esposito, docente del Centro de Formación Teológica Monsignor Agostino Castrillo. El profesor Cecchin presentó 'Los temas esenciales de la Mariología agredana en su contexto histórico' donde destacó la defensa de la Inmaculada en la Mística Ciudad de Dios. En su opinión, María de Ágreda es "la mujer que escribe una vida de María en la que encontramos la Mariología y no un tratado de mariología", en un texto que "trasmite la belleza de María que es la belleza de Dios".
Por su parte el profesor Calpe Melendres abordó el tema de 'El scotismo en la obra de María de Ágreda', y finalmente Pino Esposito expuso 'La Causa de beatificación y los milagros' con realizó un recorrido por la vida de la universal religiosa agredeña, la influencia de su obra en la espiritualidad de santos y beatos, el proceso de Beatificación. También se detuvo en los milagros atribuidos a Sor María, como el constatado en la localidad belga de Nivelles en 1867 o la curación de una enferma de leucemia que se ha podido verificar este mismo año en Nuevo México.
El broche de oro lo puso Vicente Jiménez Zamora, agredeño y arzobispo de Zaragoza. El prelado resaltó las efemérides que se han celebrado en torno a la concepcionista en los últimos 50 años, de 1965 a 2015 así como los frutos que han generado en publicaciones, congresos, estudios, etc. Todos ellos contribuyeron a clarificar y superar las dificultades que todavía obstaculizan la concesión del "Nihil Obstat" a la Mística Ciudad de Dios para la prosecución de la Causa de Beatificación. Así mismo puso sobre la mesa la actualidad de la vida y la obra de Sor María, la coincidencia de sus escritos con la doctrina del Vaticano II y las grandes encíclicas marianas de los últimos Papas. Jiménez Zamora confesó su esperanza en que tras este 350 aniversario del 'Dies Natalis' de Sor María sean superados todos los obstáculos y que razones de oportunidad, como el apoyo de los obispos españoles, sean providenciales para que la Causa llegue a feliz término.
La segunda parte del Fórum terminó con una mesa redonda moderada por Alessandra Bartolomei, de la Pontificia Universidad Gregoriana. Se puso de manifiesto la actualidad de Sor María y su influencia es la espiritualidad de la Iglesia. Intervinieron representantes de movimientos o sociedades religiosas fundadas por influencia de la MCD como la Sociedad de la Santísima Trinidad de Nuevo Méjico o los Maristas, cuyo fundador, Jean Claude Colin, se inspiró en la espiritualidad mariana de la Mística Ciudad de Dios. También dio su testimonio Marilyn Fedewa, escritora norteamericana, autora de la primera biografía de Sor María escrita en inglés. Además, acudió al encuentro un indio jumano, descendiente de aquellos que fueron evangelizados en Tejas por María de Ágreda.
Según han apuntado en el grupo de trabajo Sor María de Jesús, este congreso confluye con diversas circunstancias que traen esperanzas sobre la reapertura de la Causa: La celebración del 350º aniversario del "Dies Natalis"; la dedicación del año 2015, por parte del Papa Francisco, a la vida consagrada; el interés de la Conferencia Episcopal Española por la Causa propiciado por el Obispo de Osma- Soria, Gerardo Melgar; la reciente canonización de fray Junípero Serra, evangelizador de California, que fundó su espiritualidad misionera en la Mística Ciudad de Dios; y el nombramiento de Vicente Jiménez Zamora, agredeño y devoto de Sor María, como arzobispo de Zaragoza.