El diferencial entre el porcentaje autonómico y la media nacional del 23,6 % sigue siendo muy abultado, hasta el punto de que asciende a 4,4 puntos.
La Comunidad cerró el tercer trimestre de 2015 como la séptima autonomía menos endeudada de España respecto a su PIB, por detrás de Madrid, País Vasco, Canarias, La Rioja, Asturias y Galicia. De acuerdo con las estadísticas publicadas hoy por el Banco de España, Castilla y León confirma su buena posición entre los territorios más saneados, con una deuda del 19,2 % respecto al Producto Interior Bruto frente al promedio del 23,6 %.
Los datos incluyen los recursos a los que ha accedido la Junta con cargo al Fondo de Facilidad Financiera (FFF), creado por el Gobierno de España en favor de las autonomías cumplidoras para hacer frente a los vencimientos de deuda de este año; financiar la cuota correspondiente de las liquidaciones negativas de 2008 y 2009, y cubrir el déficit de 2015 y las desviaciones de ejercicios anteriores. Del préstamo suscrito en ventajosas condiciones financieras a finales de marzo, se desembolsaron los primeros 1.409,1 millones de euros de liquidez en favor de Castilla y León durante la primera mitad de año, cantidad a la que se han añadido 227 millones entre julio y septiembre.
Por otra parte y como es habitual, el Banco de España también considera deuda las operaciones de 'factoring' sin recurso, o lo que es lo mismo, la cesión a entidades financieras de algunos préstamos comerciales frente a la Administración, así como ciertos créditos para proyectos específicos. Hasta septiembre atribuía 165,4 millones de euros a Castilla y León por la primera de esas dos categorías, y otros 303,4 millones por proyectos de colaboración público-privada. Esto implica que, en rigor, la deuda financiera de la Comunidad era de 10.032,2 millones de euros al finalizar el tercer trimestre, de los que 482,7 millones eran préstamos a empresas por los que la Junta ingresa tanto la amortización del capital como los intereses.
Conviene recordar que el Banco de España no nos computa ningún saldo vivo del Fondo de Pago a Proveedores ?al que la Junta se acogió de manera excepcional y única en su primera fase? puesto que en 2014 la entonces Consejería de Hacienda refinanció la totalidad de esa cifra con préstamos bilaterales con entidades financieras nacionales. De la misma manera, tampoco puede atribuir a Castilla y León ninguna deuda relativa al Fondo de Liquidez Autonómica, puesto que fue una de las ocho autonomías que no necesitaron recurrir a él.
La deuda inalterada
Los 10.501 millones de euros de endeudamiento de la Comunidad representan sólo el 4,2 % de la cifra total de las autonomías, que ascendía a 252.863 millones al terminar el mes de septiembre. Al igual que en el segundo trimestre, el grueso de la deuda de Castilla y León corresponde a la Administración General, con el 94,8 % del total, mientras que las universidades y los entes públicos de derecho privado tienen suscrito el 4,2 % y las empresas públicas el 1 % restante, de acuerdo con la metodología SEC 2010.
La información que aporta el organismo regulador sobre las empresas públicas cuya deuda no computa porque realizan actividades de mercado revela que el endeudamiento de estas últimas se mantuvo inalterado en el tercer trimestre. Al igual que en el periodo abril-junio sumaba 152 millones de euros, el 2,8 % del total nacional, y en términos relativos continuó en el 0,3 % del PIB, dos décimas menos que la media del 0,5 %.
El resultado de sumar la deuda de la Administración autonómica según los criterios del Sistema Europeo de Cuentas que sigue el Banco de España (10.501 millones de euros) y la que no se tiene en cuenta a estos efectos (152 millones), es que el sector público de la Comunidad tenía un saldo vivo de 10.653 millones a 30 de septiembre de 2015. La comparación con las demás implica que Castilla y León únicamente era responsable del 4,1 % de los 258.316 millones contabilizados entre todas. En términos de PIB, nuestra posición también era más positiva que la media, con una ratio del 19,5 % que nos permitía conservar la séptima posición frente al promedio del 24,1 %.
La estructura de la deuda de Castilla y León, concertada en euros en su totalidad para mitigar posibles riesgos asociados a las fluctuaciones del tipo de cambio, se ha ido adaptando a las exigencias del mercado. Al término del tercer trimestre, el 75 % de las operaciones de crédito se articulaba a través de préstamos, frente al 25 % de emisiones de deuda. La mayor parte era financiación a largo plazo, con prevalencia de los tipos de interés fijos frente a los variables y más prestamistas nacionales que extranjeros.