Miles de personas abarrotaron la plaza de Herradores y el entorno para anticipar la llegada de 2016, con la tradicional champanada de Noche Vieja de la capital soriana, en la que faltaron disfraces, música y, sobre todo, mucha ilusión, felicitaciones, y esperanza por afrontar el nuevo año.
A partir de las 19.30, los grupos de jóvenes cogían posición ya en la plaza de Herradores, que se fue llenando con el paso del tiempo. Mayores y jóvenes, cuadrillas y familias con niños -que también disfrutaron de la fiesta- se acercaron hasta Herradores para brindar por el nuevo año, antes de la cena. La música de charanga y gaita no faltó, y a eso de las 8.45 horas, Herradores y su entorno era un hervidero de gente y de copas de cava.