El presupuesto para todas las actuaciones previstas para estos próximos cinco años asciende a 76.044.000 euros.
El Consejo de Gobierno de la Comunidad ha aprobado este jueves el II Plan de Lectura de Castilla y León 2016-2020, con el propósito de dar continuidad y perfeccionar los objetivos y programas recogidos en el anterior plan y, además, cubrir las nuevas demandas sociales y culturales relacionadas con la lectura.
Este plan se concibe como el marco estratégico para las actuaciones de la Junta de Castilla y León en materia de lectura, libro y bibliotecas. Se trata de una de las iniciativas más destacadas para la integración social en la cultura de la IX Legislatura, cuyo objetivo principal se centra en los servicios a los ciudadanos, implicando a toda la sociedad, en la disposición de todos los medios que necesite para su desarrollo personal, económico, laboral y cultural, en el convencimiento de que de esta forma el individuo se incorpora a la sociedad de una forma más crítica, innovadora y creativa. Los ciudadanos alfabetizados, capaces de asimilar y utilizar la información, con competencias lectoras y digitales, hacen posible la innovación en la sociedad digital y del conocimiento, el desarrollo económico y la creación artística y literaria.
El Plan contempla una dotación de medios económicos y materiales para las instituciones especialmente comprometidas con el aprendizaje y el fomento de la lectura, en particular la biblioteca pública, que sigue siendo un pilar básico, y que actuará en estrecha colaboración con la familia y otras instituciones, como las bibliotecas escolares, para que todos los ciudadanos, sobre todo aquellos que tienen mayor riesgo de exclusión, puedan acceder a los recursos de información y a las posibilidades de desarrollo personal, laboral y cultural que ofrece la sociedad actual. En la redacción del II Plan de Lectura se han considerado las nuevas exigencias de la sociedad de la información, la necesidad de atraer nuevos usuarios y el desafío de impedir que se abra una brecha tecnológica que relegue a aquellos ciudadanos cuyas capacidades económicas o culturales les impidan acceder a las Tecnologías de la Información y la Comunicación.
Uno de los objetivos generales del plan es fomentar el desarrollo de los hábitos de lectura necesarios para la plena integración en la sociedad del conocimiento de todas las personas castellanas y leonesas, así como extender y facilitar de forma especial el acceso a la lectura a todas aquellas personas que tienen mayor riesgo de exclusión. Asimismo, se favorecerá el desarrollo de las competencias que hacen posible una lectura digital eficaz y se trabajará para conseguir mayor cooperación y contacto con la ciudadanía y con las asociaciones de las localidades. El Plan también prevé mejorar los índices de lectura en el medio rural, convertir a las bibliotecas en centros neurálgicos de la lectura y en verdadero lugar de encuentro para los lectores y aumentar la visibilidad de los recursos relacionados con la lectura que ofrecen las bibliotecas. Además, se impulsará la propiedad intelectual como principio ético contra la piratería.
Todos estos objetivos del II Plan de Lectura se articularán en una serie de actuaciones cuyo punto de partida persigue dar la posibilidad a todos los ciudadanos, y especialmente a los más alejados de las prácticas lectoras, de introducirse en esta actividad. Las actuaciones en materia de lectura digital se centrarán en los nuevos soportes documentales y en la diversificación de formatos y nuevas formas de lectura, así como en el desarrollo de competencias y destrezas en lectura digital. Para lograr los objetivos fijados se impulsará la participación, implicando al ciudadano para conseguir que sea un agente comprometido con planes y proyectos, logrando una mejora en la gestión.
Medio rural y formación
En cuanto al medio rural, las actuaciones previstas tienen como finalidad incrementar el nivel de lectura y escritura en este entorno, impulsando las bibliotecas y servicios bibliotecarios integrados en los sistemas provinciales de bibliotecas. El Plan contempla una línea de cooperación con los diferentes agentes del sector: librerías, editoriales, productoras y distribuidoras de contenidos audiovisuales y digitales, fundaciones? y las personas individuales como los autores, ilustradores, creadores digitales e intérpretes.
Por otro lado, se contempla incidir en actuaciones formativas que renueven y actualicen el perfil profesional del bibliotecario. La realidad de los servicios bibliotecarios necesita perfiles híbridos con funciones y competencias que en muchas ocasiones van más allá de la disciplina de Información y Documentación. Además, se fomentará la creación de contenidos digitales que se puedan utilizar como elementos de apoyo para el aprendizaje del español. La lengua es uno de los componentes esenciales de la identidad de Castilla y León y por tanto la Biblioteca Digital de Castilla y León y todo el sistema autonómico de bibliotecas se ponen al servicio de su conocimiento, difusión y enseñanza, presentándose como centros de apoyo en posibles colaboraciones público-privadas.
El Plan plantea la necesidad de un nuevo decreto que regule la gestión del depósito legal en la Comunidad de Castilla y León, ante la irrupción de la edición digital y la difusión a través de internet. Se prevé, además, la elaboración de memorias anuales de seguimiento de la gestión para poder analizar las medidas adoptadas en ese periodo y el grado de cumplimiento de las mismas. Asimismo, se contempla una regulación cuya función será la de certificar el nivel de cumplimiento de los objetivos.
Presupuesto de 76 millones de euros
El II Plan de Lectura, que se enmarca en una estrategia global de la Consejería de Cultura y Turismo, se desarrolla en paralelo con el I Plan de Industrias Culturales y Creativas de la Comunidad de Castilla y León 2013-2016, y del II Plan del Español como Lengua Extranjera de la Comunidad de Castilla y León 2013-2016. La implementación e impulso del Plan se ejecutarán desde la Consejería de Cultura y Turismo, mientras que su despliegue se hará a través del Sistema de Bibliotecas de Castilla y León, integrado por 306 bibliotecas, cuyas cabeceras provinciales son las bibliotecas públicas dependientes de esta Consejería.
Además, en él van a colaborar activamente: la Consejería de Educación, a través de su Plan de Lectura y Bibliotecas Escolares, y de las ayudas que presta para la adquisición de libros, el Programa Releo y la creación de bancos de libros en los centros concertados; la Consejería de la Presidencia, a través de la realización de cursos de formación y reciclaje para personal bibliotecario; y la Consejería de Economía y Hacienda con las aportaciones a los sistemas provinciales de bibliotecas. La suma global de todas las actuaciones a lo largo de los próximos cinco años se ha cuantificado en 76.044.000 euros.
El II Plan parte de una situación de privilegio, con instalaciones adecuadas, personal cualificado y un elevado uso de las bibliotecas de la Comunidad. Lo prueban los datos estadísticos nacionales de lectura y uso de las mismas para 2014: las nueve bibliotecas provinciales ocupan una posición verdaderamente relevante pues en los parámetros más significativos alcanzan las cifras más elevadas.
Y así, Castilla y León, en relación con su población, es la Comunidad con mayor número de usuarios inscritos, 517.777, y el mayor número de usuarios activos, el 22,92 % de los inscritos, e, igualmente, es la Comunidad en la que más transacciones de préstamo se hacen. A ello se suman otros usos que van alcanzando cada vez más protagonismo, como es el caso de las actividades culturales y formativas, que en 2014 fueron cerca de 4.000, lo que se traduce en que las bibliotecas de Castilla y León no son solo centros informativos sino también centros de ocio y de cultura.