Seiscientos treinta vecinos firman un manifiesto en contra de las obras de remodelación realizadas en la plaza del Vergel. Denuncian que siguen existiendo muchos problemas de accesibilidad.
El concejal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Soria, Adolfo Sainz, ha comparecido hoy en rueda de prensa acompañado de Tomás Mallol, vecino de la Plaza del Vergel y que representa a 630 vecinos que han firmado un manifiesto en contra de las obras realizadas en la Plaza del Vergel.
Sainz ha recordado que las obras en la Plaza del Vergel se remontan al mes de mayo del año 2014 y "cuando los vecinos vieron que el resultado de las obras no era funcional y que se no se ajustaba al proyecto con el que se licitó la obra se empezaron a movilizar, y protestaron por los adoquines rugosos que generan dificultades para los vecinos con problemas de movilidad".
"Son unas obras que se han ejecutado de espaldas a los vecinos, que ha tenido un sobrecoste sobre lo proyectado, con chapuza tras chapuza, y que no terminan de gustar a nadie", ha resumido Sainz.
Mallol ha comenzado su comparecencia ante la prensa afirmando que "hay vecinos de la Plaza del Vergel que ya no pueden salir a la calle" porque "caminar es prácticamente imposible".
"Hasta hoy hemos presentado en el Ayuntamiento cinco escritos, no me hicieron caso hasta que la televisión me enfocó cuando hablé en un pleno, y conseguimos sustituir parte de los adoquines, pero no ha funcionado", ha denunciado. "Una obra que hace 15 días que se ha hecho ya está levantada, es una chapuza", ha lamentado.
Mallol también se ha referido a la calle Aduana Vieja y ha solicitado "el mismo diseño que en la calles Numancia y Puertas de Pro", ya que las jardineras "tienen mucho diseño pero no tienen ni desagüe ni drenaje y tienen peligro para los niños", y "los pasamanos están muy altos y no siguen la pendiente de la escalera" y "en la rampa no hay pasamanos".
En el informe técnico sobre las deficiencias en la urbanización de la plaza del Vergel, dirigido al alcalde de Soria, los vecinos proponen construir, tanto al norte como al sur de esta zona, dos badenes construidos en Mariano Granados, que obligan a reducir la velocidad y frenar a los vehículos, ante el peligro existente en la actualidad.
También lamentan que no se haya seguido el diseño existente en esta calle, con la construcción de tres bandas peatonales de material liso, dos laterales y una central, lo que permitiría visualizar la circulación de vehículos y falicitar el paso de personas, además de servir de rompe-juntas entre las diferentes zonas.
"Tampoco se ha tenido en cuenta el encuentro de la calle Aduana Vieja con la zona del monumento a Antonio Machado ya que no se han eliminado los escalones existentes sustituyéndolos por rampas que facilitarían el paso", han apuntado.
Además los vecinos señalan que tanto la escalera como la rampa de acceso al portillo y paralelos a la muralla carecen de pasamanos de apoyo y en invierno se convierten en pistas de patinaje.
En cuanto a las jardineras, han denunciado que carecen de desagües y drenaje natural y el sistema de riego por goteo no se ha ejecutado correctamente, ya que un tubo agujereado artificialmente, suelto y sin tener en cuenta que las jardineras son rectangulares (codos).