La autora confesa de los disparos que acabaron con la vida de la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, sostiene que Triana no tiene nada que ver en el asesinato.
"En enero de 2012, cuando Rajoy decide mantenerla como presidenta provincial del PP, decidí que la iba a matar. Era mi hija o ella", aseveró. "Mi hija estaba muy mal, fatal, e Isabel Carrasco iba a seguir haciéndole la vida imposible; como no salió Javier García Prieto, decidí matarla", explicó al jurado. "No estoy arrepentida. Estoy convencida de que si no lo hago hubiera ido al entierro de mi hija", remarcó la acusada.
Triana intentó convencer a su madre para que desistiera de la idea de matar a Isabel Carrasco y le dijo ""que no se me ocurriera, que no lo hiciera". Ella hizo caso omiso al consejo de su hija y en las navidades de ese año se hizo con un . González aseguró que las escondió en su dormitorio y su hija no sabía dónde estaba.
Insistió en que Triana permanecía ajena a su plan porque no quería hacerla sufrir más. "Bastante ella estaba... como para meterla en un problema. Era lo que me faltaba", señaló la acusada.
"Fue una casualidad". Así es como Montserrat González definió su encuentro con la presidenta del PP la tarde en la que la mató. La autora confesa del asesinato de Isabel Carrasco aseguró que "ni yo sabía lo que iba a pasar ese día". "Cuando llegué y me iba acercando, venía gente, fui más despacio y luego... yo le di en la espalda y después le di más pero tampoco sé dónde le di", describió titubeando.
En la primera jornada del juicio con jurado también se leyeron los escritos de acusación y defensa. El alegato del abogado de la madre y la hija sostiene que Montserrat González actuó movida por un trastorno mental derivado de la supuesta persecución laboral y social que Carrasco ejerció sobre su hija. El fiscal jefe de León, Emilio Fernández, ha rechazado toda esta teoría. Fernández afirma que madre e hija, junto a la policía local Raquel Gago, amiga de Triana que tuvo el arma 30 horas en su poder, planearon con cuidado, frialdad y precisión el asesinato de la política.
También rechaza el fiscal que Montserrat y Triana tuvieran algún tipo de trastorno mental derivado del supuesto acoso de Isabel Carrasco hacía Triana.