La necesidad de buscar otros mercados para exportar trufa española

El jefe de la Unidad de Economía Agroalimentaria y de los Recursos Naturales del CITA ha participado en una jornada científico-técnica sobre "retos y oportunidades de la truficultura en España", organizada por la Junta de Castilla y León, con el objetivo de poner en valor las posibilidades de cooperación europea.
Albisu, que ha asegurado que los mercados truferos están creciendo para responder a la demanda, ha subrayado que España en un gran productor con grandes oportunidades, "con plantaciones in crescendo que están dando una gran producción y lo que hay que saber es dónde colocarla".
En este sentido ha asegurado que hay que pensar en otros países para exportar la trufa que se produce en España y que hasta ahora se viene destinando principalmente a Francia.
Para ello, en su opinión, es necesario organizarse mejor y mejorar la comercialización y emprender una serie de actuaciones conjuntas. Albisu ha señalado que sería interesante tener desde el origen una referencias de precios. Soria, junto con Aragón, deben se fundamental en este mercado, ha apuntado.
Albisu ha reconocido que es complicado saber a ciencia cierta la producción trufera de España, aunque ha apuntado que podrían existir 10.000 hectáreas en producción, de las que 6.000 están en Teruel y 1.500 hectáreas entre Huesca y Zaragoza.

Producción estimada

Con una media de 30 kilogramos por hectárea, la producción estimada alcanza las 30 toneladas anuales de trufa, a lo que hay que sumar las plantaciones silvestres, "pero hay muy poco control de estas producciones y varia mucho de año en año porque depende mucho de la climatología".
Albisu ha reconocido que está muy poco desarrollado el mercado nacional, "una de las apuestas y oportunidades del futuro", con mucho trabajo por desarrollar en las grandes ciudades con el objetivo de divulgar la cultura de la trufa y desarrollar canales comerciales. "Las perspectivas son buenas pero si queremos vender un producto de calidad y alto precio tenemos que organizarnos de otra manera", ha destacado. En su opinión, lo que necesita la trufa es controlar su calidad, para evitar que se vendan las categorías mezcladas.
"El mercado valora mucho el origen, pero creo que en España no es posible. Habría que estudiarse las indicaciones geográficas protegidas. Crear marca es difícil pero es relativamente fácil en comparación al dinero que se necesita para su promoción, sobre todo cuando se quiere estar en el mercado internacional", ha subrayado.
Por su parte, Arantza Pérez Oleaga, del PEFC España, ha explicado las oportunidades de la certificación forestal PEFC aplicada a la truficultura. En su opinión, la trufa puede tener un valor añadido con esta certificación forestal PEFC.