Cáritas diocesana reabre el próximo lunes (19:00 horas) su casa de acogida "Beato Palafox" dirigida a atender a las personas sin hogar. Cuenta con cinco habitaciones individuales y un educador para la promoción integral de las personas.
"Haciendo memoria de los recursos sociales que ya existen en Soria para atención a familias en exclusión social, a mujeres maltratadas y otros colectivos,hemos pensado hacer este gesto de misericordia especial a través de un recurso pionero que no existe en nuestra provincia y Diócesis:una Casa dirigida a ayudar a solucionar la situación de varones que viven sin hogar o cuya vivienda no reúne las mínimas condiciones para un desarrollo humano y social", ha avanzado hoy el obispo de Osma-Soria, Gerardo Melgar, en un comunicado.
Se trata de un piso para personas sin hogar al que se ha denominado "Beato Palafox" en recuerdo del obispo Juan de Palafox y Mendoza, beatificado el 5 de junio de 2011 en la catedral de El Burgo de Osma.
La Casa, siguiendo la estela del beato obispo, es un recurso de carácter asistencial y de promoción integral de la persona; además, da respuesta a la necesidad de las personas de disponer de un espacio digno donde alojarse y es un instrumento para desarrollar intervenciones de normalización e integración social.
El piso de acogida va destinado a todas aquellas personas "sin hogar" que viven en alojamientos que no reúnen las condiciones mínimas para un adecuado desarrollo humano y social, y que pueden desembocar en la falta literal de un hogar donde vivir ("sin techo").
Se trata de un recurso dirigido a varones de más de 18 años en situación de exclusión social y residencial; no es, por tanto, un recurso dirigido a la atención de personas transeúntes que demanden alojamiento.
El piso tiene una capacidad para 5 personas contando con 5 habitaciones individuales con baño, un despacho-habitación para el educador y, como zonas comunes, dispone de salón-comedor, cocina, lavandería y almacén.
Cáritas diocesana realizará un itinenario de inserción con un plan de actuación en el que se fijarán las metas a conseguir con cada uno de los participantes.
Comenzará con la acogida de la persona para que llegue a considerar el recurso como su casa,cumpliendo una serie de obligaciones que irán encaminadas a la promoción de su persona.
En la casa de acogida, los usuarios tendrán al educador a su disposición para realizar gestiones, ir con ellos a la formación, buscar nuevos recursos, etc. Además se potenciará que consigan un empleo y que realicen formación, en primer lugar, desde el programa de empleo deC Cáritas diocesana y también por otros medios y entidades.
También recibirán una formación interna dentro de las actividades cotidianas del piso sobre habilidades sociales, inteligencia emocional, salud e higiene, el futuro, etc.
El tiempo máximo de estancia en la Casa será el establecido en el plan de intervención (con carácter general será de un año).