Las labores, que se extenderán a lo largo de quince días, dicen adiós a una de las imágenes más penosas de la ciudad.
Las máquinas ya han comenzado a derribar el degradado entorno de la calle Hospicio y alrededores, donde a los problemas de seguridad por la mala conservación de los inmuebles se une la imposibilidad de circular a pie por una de las aceras de esta calzada. Una situación que se venía alargando desde hace más de dos años, ya que hubo que cortar el tránsito peatonal por uno de los lados por precaución, tras detectarse la caída de piedras de las viviendas.
En total, se procederá a la demolición de once inmuebles, correspondientes a la calle Santa Apolonia número 2; calle Hospicio 2, 4 y 6; plaza Tirso de Molina 3, 4, 5 y 6; y San Martín, 30, 32 y 34.
Los trabajos serán ejecutados por cuenta de los 44 propietarios y herederos después de que alcanzasen un acuerdo para acometer la obra.
El Ayuntamiento había iniciado previamente un expediente de declaración de ruina que hubiese obligado a ejecutar la demolición, bien directamente, o bien de forma subsidiaria a través del propio Consistorio.
La corporación soriana hizo intención por primera vez de acabar con este 'pegote urbanístico', que daña la imagen de la ciudad, en la legislatura de Virgilio Velasco, hace ya cerca de treinta años. Finalmente se desistió ante la dificultad de comunicar el expediente a todos los dueños.