El municipio satisface estas obligaciones dinerarias un plazo que supone doce días menos a lo que contempla la normativa.Para el alcalde de la Villa Episcopal, y ante la situación económica que atraviesan muchos negocios, "es trascendental responder con una razonable diligencia a la hora de saldar las deudas".
El período medio de pago a proveedores por parte del Ayuntamiento de El Burgo de Osma durante el primer trimestre 2016 ha sido de 17,56 días, cuando el período máximo previsto legalmente, con carácter general, es de 30. Es decir, el Ayuntamiento lo realiza en 12,44 días menos a los que establece la normativa.
El período medio de pago es el indicador del número de días promedio que se tardan en realizar los pagos por parte consistorial, ya que mide el retraso en el pago de la deuda en el contexto de las medidas establecidas de lucha contra la morosidad en las operaciones comerciales. Esta medición con criterios estrictamente económicos puede tomar valor negativo si la Administración paga antes de que hayan transcurrido treinta días naturales, contados a partir la presentación de las facturas o certificaciones de obra, según corresponda, como es el caso del Ayuntamiento de la Villa Episcopal, según ha explicado fuentes municipales de la localidad.
El alcalde, Jesús Alonso, ha valorado muy positivamente estos nuevos datos relativos a los tres primeros meses del presente ejercicio, que se añaden a los conocidos en semanas anteriores, también facilitados por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, en los que se ponía de manifiesto que los vecinos de El Burgo de Osma soportan una presión fiscal mucho menor a la media, pagan menos tasas y aún así reciben unos servicios de mayor calidad a los que se ofrecen en municipios de rango similar.
En apreciación del regidor, este dato en concreto de pago a proveedores resulta "especialmente significativo, en tanto en cuanto el Ayuntamiento hace frente puntualmente a los pagos, facilitando la liquidez de las empresas y la disponibilidad de capital para las mismas, con el fin de que puedan seguir invirtiendo, generando actividad y manteniendo empleo".
En un momento en el que muchas empresas se ven con dificultades debido a la morosidad en el pago después de haber realizado un trabajo, "es trascendental responder con una razonable diligencia a la hora de saldar las deudas", ha concluido Alonso.