Con esta son ya cinco las ediciones continuadas en una tradición que se ve recuperada y consolidada.
Tras el abandono de la misma en los años setenta, los vecinos y amigos de Torlengua pingaban el mayo por quinto año consecutivo este sábado. Una fiesta en la que además de saltaron las hogueras de San Gregorio por la noche (antaño se hacía cada 8 de mayo) y disfrutaron de una jornada de convivencia.
Como en años anteriores tras la recuperación de la fiesta, la actividad contaba con la colaboración de vecinos y amigos venidos, congregándose numeroso público en el Alto de San Sebastián.
El chopo de este año tenía una altura de 22,5 metros, por lo que los pingadores se emplearon a fondo para llevar al cielo el tronco sobre todo por el un incesable viento que soplaba.
Tras la pingada, varios voluntarios optaron por colaborar en el embellecimiento que se está llevando a cabo estos días en los jardines de Torlengua.
Al caer la noche, la hoguera iluminó la plaza de la Rueda, siendo ésta saltada por los más atrevidos.
Y ya para terminar la jornada, se celebró la cena popular en el centro socio-cultural Santiago, el popularmente conocido como 'Teleclub' de Torlengua.