El asesor de la Dirección General del Medio Natural de la Junta de Castilla y León, Álvaro Picardo, resalta que la clave de la comercialización micológica está en manos de la Seguridad Social y el Ministerio de Hacienda.
"La clave es que Seguridad Social y Ministerio de Hacienda despejen dudas sobre la comercialización micológica", ha apuntado hoy Picardo, en el foro de debate "El aprovechamiento micológico, fortalezas y debilidades", organizado por Comisiones Obreras de Soria.
Picardo ha reconocido que no es suficiente el actual marco normativo de la Junta para regular la comercialización, aunque ha resaltado que se ha avanzado mucho en la Comunidad en los últimos quince años, desde que se puso en marcha de manera experimental el proyecto Myas, en Almazán, para regular el aprovechamiento micológico.
"La Seguridad Social debe dejar claro con que condiciones deben operar los recolectores", ha instado.
A su juicio, una actividad ocasional como la recogida de setas no puede tributar igual que una que se produce durante todo el año.
Picardo ha señalado que la comercialización primaria es hoy una actividad irregular porque las compra-ventas se producen sin factura.
En este sentido ha subrayado que la operación comercial tiene que estar documentada, para seguridad de todos, y tener una liquidación de impuestos.
Picardo ha asegurado que la carga no tiene que estar sobre el recolector sino en los empresarios, para lo que es necesario que intervenga la Seguridad Social para dejar claro en que condiciones pueden operar los recolectores.
"Ya estamos en conversaciones con ellos para aclarar que hay una actividad ocasional, por lo que el régimen no es el mismo que cuando es profesional", ha apuntado.
Picardo ha apuntado que el Tribunal Constitucional ha dejado claro que en si no hay unos ingresos equivalentes al SMI no es actividad profesional sino ingresos ocasionales.
Además ha pedido la intervención del Ministerio de Hacienda, para habilitar un sistema sencillo que permita que las liquidaciones no las realicen 100.000 a 200.000 recolectores existentes en España sino los empresarios, de tal forma que éstos practiquen una retención.
Picardo ha subrayado que las retenciones no deben ser excesivamente gravosas porque la mayoría de los recolectores son habitantes del medio rural, para los que la recolección micológica es un complemento a sus rentas.
Además ha señalado que el decreto que comprometió el consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta para aprobarlo antes de finales de 2016 está muy avanzado y en el mismo se debe conseguir una regulación armonizada de todos los agentes implicados en el sector, que garantice en primer lugar la seguridad alimentaria, además de la biodiversidad y las rentas y otros derechos de los propietarios de los terrenos rústicos.
"Los turistas, de ciudad, piensa que el campo es de todos; pero el campo no es de todos; la mitad es de los vecinos y el resto de 700.000 familias en Castilla y León", ha advertido.
La futura normativa, en su opinión, debe permitir que a todos los que intervienen en el proceso lo hagan de manera segura, en libre competencia y respetando los derechos existentes.
Picardo, que ha señalado que la normativa europea sobre seguridad alimentaria no se está cumpliendo ahora con las setas, ha animado a los recolectores a no tener temor por identificarse en las compra-ventas que realizan de los recursos micológicos recogidos en el monte, además de liquidar sus correspondientes impuestos.