Vista aérea de la depuradora de Garray.


PROVINCIA
Actualizado 23/05/2016 11:08:18

Según la agrupación ecologista ASDEN, el Ayuntamiento deberá abonar más de 5.000 euros para compensar los daños al dominio público hidráulico.

La asociación ecologista ASDEN ha desvelado este lunes que el ayuntamiento de Garray deberá pagar una multa de 5.170 euros a la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) por vertidos contaminantes de su depuradora de aguas residuales (EDAR) al río.

Según el colectivo, la depuradora en cuestión tenía antecedentes por hechos similares que fueron constatados en 2014 por la propia CHD que ya elaboró un expediente que en este caso no tuvo carácter sancionado, sin bien se apremiaba al Consistorio garreño a subsanar este problema.

Los ecologistas han recordado ahora que en 2015 los vertidos continuaron y la CHD realizó un seguimiento para identificar correctamente el foco contaminante. Así, llevo a cabo la recogida de muestras en octubre y donde las mediciones realizadas indicaron que se rebasaron los límites legales autorizados. Para algunos parámetros como la DBO5, que es una medida de la cantidad de materia orgánica que hay en el agua vertida, los resultados obtenidos fueron 38 veces superiores a los límites legales autorizados. "Como se trataba de una reincidencia, este mes de abril de 2016 la CHD ha resuelto el expediente sancionador: el Ayuntamiento de Garray debe pagar 5.170,62 ? que son el resultado de sumar 3000 ? de multa y 2170,62 ? para compensar los daños al dominio público hidráulico", han explicado fuentes de la agrupación ecologista.

La sanción se ha impuesto al Consistorio como titular de la instalación, aunque la empresa encargada de su gestión y mantenimiento es el SOMACYL. Siempre según ASDEN, en la CHD ya observaron que estos valores tan elevados de contaminación "posiblemente podrían tener su procedencia en el hecho de que el colector municipal recibe vertidos procedentes una instalación industrial ubicada en Garray que indebidamente colapsaba la depuradora municipal".

"Mientras tanto la presunta empresa responsable se va de rositas, contradiciendo así el principio de que 'quien contamina paga', y el objetivo último de las sanciones, que es prevenir y evitar su reiteración", han reseñado en ASDEN.

Por último, los ecologistas han incidido que además del perjuicio económico por la sanción, la contaminación de los ríos afecta a la calidad de sus aguas, a un espacio protegido como es el Duero, a la fauna piscícola, "y por supuesto a los potenciales usos recreativos del río, en especial en el río Tera en Garray, cuyas aguas no reúnen la calidad adecuada para el baño desde hace varias décadas".
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