Los gamberros destrozan mobiliario urbano en esta área que alberga ochenta parcelas.
Malestar, y cierto punto de lamentación, ha supuesto para los cultivadores de los huertos de La Barriada el acto vandálico que descubrían ayer y uno o varios gamberros destrozaban los bancos alojados bajo una pérgola que sirve de encuentro a los horticultores.
"No sé qué ventaja sacan por esto", comentaba esta misma mañana uno de los hortelanos, a la vez que otro, también sabiendo que este tipo de actos no tienen nombre, indicaba que de tratarse de robar, es algo comprensible "al fin y al cabo una lechuga o cualquier verdura no vale dinero, y si es para comer se entiende".
Pese a que el perímetro que alberga 80 parcelas y está perfectamente vallado, en una de sus esquinas los horticultores mostraban el lugar por donde los autores de esta fechoría han podido entrar, en una de las esquinas. "Este es un buen lugar para saltar y colarse", explicaba uno de ellos, que espera que este tipo de situaciones no vuelvan a repetirse.