Ceremonia eucarística, merienda en El Regajo y verbena musical completan los actos del 29 de junio.
En Vinuesa, cada 29 de junio, y en la jornada festiva en honor a San Pedro, tiene protagonismo la hoguera de ramas de sabina, que aporta la luz en la oscuridad de la Plaza Mayor. Los jóvenes saltan la hoguera y se captan imágines dignas de una película de ficción.
Hay verbena musical, y en el descanso, y pasadas las dos de la madrugada, tiene lugar este rito que se ha hecho popular entre los visontinos. Es la época en la que las rosas están en su esplendor, y se nota en la villa pinariega.
Antes esta fiesta local en Vinuesa, tenía muy relación con la ermita, en las cercanías del cementerio, y disfrutaban del desayuno con chocolate y pan en una ceremonia eucarística iluminada por las velas. Hoy la Cofradía de San Pedro ya no funciona como tal, pero sí que se mantiene el arraigo y tradición de la fiesta.
En la noche previa al día de San Pedro, se engalanan los balcones de las mozas, con flores si son pretendidas o ramos de cardos o saúco si por el contrario si hay cierta enemistad. Tras la ceremonia eucarística, los vecinos disfrutan del popular vermú, y comparten ya por la tarde una merienda en el paraje El Regajo en el que la charanga, como todos los años, ameniza a los presentes las horas festivas.