En un día caluroso, con buen ambiente y mucha gente, el 30 de junio, como Jueves La Saca ha sido un ejemplo de lo que tiene que quedarse para el futuro.
Dos salidas limpias, la de Cañada Honda, y ademas rápida, y la de la Vega de San Millán, con toda la manada de novillos reagrupada, lista y dispuesta para emprender Camino a Soria.
'El Pinarcillo' volvió a ser el espacio más complejo. A la dispersión propia de todos los años, se sumaron también varios incidentes que, si bien no tuvieron consecuencias graves, si elevaron la tensión y preocupación por el desarrollo del festejo. Caída de un caballista, un niño que resultó golpeado por un astado, un novillo que se desvió del recorrido tras romper la talanquera, y que tuvo que ser, posteriormente sacrificado.
Los bovinos reposaron en 'La Venta del Aire' hasta esperar a los tardíos, un tiempo que les sirvió para coger fuerzas, y llegar a Soria más pletóricos. Ya en la ciudad, un caballo tuvo que ser atendido, tras empitonar un astado, y un joven trasladado al hospital al resultar arrollado por los equinos en la recta final del recorrido.
Los cinco primeros novillos estaban en la plaza de toros de Soria, a las 16,35 horas, tras la salida de 'La Venta del Aire' sobre las 16,15 horas. A las 16,42 lo hacía el sexto, y poco después el séptimo. Octavo y noveno llegaban a las 16,46 horas. El último, el décimo, a las 17,50 horas. La organización quiso trasladar el undécimo, en camión desde Valonsadero.
Al final, satisfacción de organización y colaboradores. Que se repita.