La ASRD y el Ayuntamiento acuerdan la creación de este órgano para estudiar el cambio de nombres en los restos de emblemas o distintivos existentes en la ciudad con el fin de su retirada y el cambio de nominación.
El Consistorio soriano y la Asociación Cultural Recuerdo y Dignidad (ASRD) han acordado la creación de un grupo de trabajo que se encargará de estudiar, caso por caso, los restos de simbología franquista que aún quedan en el municipio. "El objetivo es elaborar una lista de esos residuos de la dictadura y solicitar, después, al Ayuntamiento su desaparición o cambio en el caso de que sean nombres", han explicado en la agrupación.
La composición de la mesa está aún por confirmar por parte del Ayuntamiento, pero no será muy diferente de la propuesta por la asociación proponente, donde contemplan un jurista de reconocido prestigio como Jacinto Lara, presidente de la Asociación Pro Derechos Humanos; el profesor Carmelo Romero, como historiador y especialista en la Historia de España del siglo XX; un técnico municipal, -presumiblemente el secretario"-, como experto en la normativa que hace al caso, y un representante de la ASRD, en este caso su presidente, Iván Aparicio.
El propio responsable de la agrupación ha señalado que "es muy importante que las instituciones cumplan la Ley de la Memoria Histórica y retiren de la exhibición pública cualquier símbolo que difunda o exalte la simbología de la dictadura franquista". Además, ha señalado que la condena "clara y sin paliativos" del lzamiento militar del 18 de julio, "causa y origen de la Guerra Civil Española, y de la violenta represión fascista de la posguerra", servirá para reparar, -aunque sea mínimamente- "el sufrimiento de las víctimas y de sus familiares y contribuirá, en el futuro, a cerrar las heridas aún abiertas de la contienda de 1.936".
En ese sentido, cabe recordar que tanto el Ayuntamiento de Soria como la Diputación Provincial han aprobado esta semana, sendas declaraciones institucionales condenando la sublevación militar y la posterior represión ejercida por el gobierno del general Franco para que se cumpla la Ley de la Memoria Histórica.
En la ASRD han significado que los símbolos franquistas más llamativos han ido desapareciendo de la fisonomía de la ciudad en las últimas dos décadas. El más llamativo era el monumento al general Yagüe en la Plaza de Mariano Granados que fue retirado durante el mandato de la socialista Eloísa Álvarez (1999-2003). El último, el cambio de nombre de la plaza de José Antonio Primo de rivera, entre el Alto de la Dehesa y el Polideportivo San Andrés, por el de plaza de Odón Alonso, "en merecido homenaje al famoso director de orquesta, alma y vida del Otoño Musical Soriano entre otros muchos méritos".
Sin embargo, para la asociación aún quedan nombres de calles como la del Alférez Provisional, en el barrio de Santa Clara, o la del Alcázar de Toledo en la Barriada.
Además del estudio mencionado, la mesa servirá para elevar a pleno a través de ella otras propuestas de Recuerdo y Dignidad para "este triste 80 aniversario" del comienzo de la Guerra Civil, como pueden ser la señalización de las obras realizadas con mano de obra esclava, la colocación en el Ayuntamiento de una placa con los nombres de los cargos electos y trabajadores asesinados en 1936 o la realización de un memorial en recuerdo de los civiles víctimas de la represión del alzamiento militar contra el Gobierno en 1936 y las víctimas sorianas de los campos de concentración nazis.