El pleno acuerda esta reducción en el impuesto de bienes inmuebles de naturaleza urbana y sigue manteniendo la bonificación del 50% para solares vacantes.
El Ayuntamiento de El Burgo de Osma acordaba en el pleno ordinario de ayer, correspondiente a septiembre, la reducción del tipo impositivo del IBI de naturaleza urbana al 0,42 (tan solo 0,02 por encima del mínimo posible), manteniendo la bonificación del 50% para los solares urbanos vacantes en área urbana consolidada y no consolidada y en bienes inmuebles con infra-edificaciones en suelo urbano consolidado.
Esta bajada se añade a la solicitud realizada por el alcalde, Jesús Alonso, a la Dirección General del Catastro, sobre la máxima rebaja posible en la aplicación de coeficiente de actualización de los valores catastrales para 2017.
Hay que señalar que el coeficiente de actualización lo marca la Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para cada ejercicio. El coeficiente de actualización de los valores catastrales que la Dirección General del Catastro va a proponer incorporar al proyecto de los PGE para 2017 es del 0,90 en el caso de El Burgo de Osma. El Ayuntamiento burgense se ha podido acoger a esta actualización por haber transcurrido más de cinco años a partir la entrada en vigor de la actual ponencia de valores, que data de 2010.
Estas medidas se inscriben en la voluntad del Consistorio de aplicar, en palabras del regidor "una política fiscal basada en unos impuestos que no rebasen lo que es suficiente para garantizar unos servicios públicos de calidad". A este respecto, Alonso recordaba que El Burgo de Osma es el antepenúltimo municipio de los 60 mayores de Castilla y León donde sus vecinos pagan menos en concepto de IBI, y que en el Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras se aplica la máxima bonificación permitida legalmente (el 95%). También añadía que el impuesto de vehículos es el mínimo permitido por la ley y que no está implantado el impuesto de plusvalías.
También ha mencionado Jesús Alonso los datos facilitados por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas que revelan que, en lo relativo a tasas, los vecinos de la localidad pagan menos por los servicios públicos básicos (abastecimiento de agua o recogida de basuras); por el uso de instalaciones deportivas y culturales y por la utilización de espacios públicos (vados, ocupación por terrazas, etc) que los vecinos de poblaciones de su rango.