La existencia de recursos económicos alternativos que generen empleo, unos servicios dignos, o una buenas comunicaciones, son condiciones necesarias para que algún hijo de quienes emigraron pueda plantearse regresar a la provincia.
El presidente de la Asociación de Velamazán, Eduardo Muñoz, explica que uno de los objetivos de la entidad es alargar la estancia en el pueblo durante el mes de agosto, y facilitar que se venga más a menudo durante el resto del año, con la organización de alguna actividad al mes.
El objetivo ideal sería conseguir el asentamiento de más personas en el pueblo, pero la directiva es muy consciente de la dificultad. Por ello, el secretario Javier Carrasco insiste en que lo que hay que potenciar son unos recursos alternativos que generen empleo.
Una situación que se repite por toda la provincia, que requiere un mayor tejido económico e industrial para afrontar el problema de la despoblación. Sólo así se animarían otras personas a quedarse a vivir en un pueblo como Velamazán, afirma Javier Carrasco, que está asentado en la ciudad de Vitoria.
"Te encuentras con muchas personas, en muchos sitios, que también vienen a Soria, a su pueblo, a pasar unos días. Pero quedarte es otra historia", matiza. Además, hay que sumar la necesidad de tener unos servicios dignos y unas buenas comunicaciones, añade. Los hijos de quienes tuvieron que marcharse de Velamazán, como Daniel Gómez, que vive en Gernika y es vocal de la asociación, piensan que volver a Velamazán "es muy complicado. Uno tiene su vida...".
No obstante, "si saliese un trabajo de lo que uno ha estudiado, como yo, profesor, quién sabe, pues igual sí, no lo descartaría", indica, "pero al final es como todo, tienes tu vida ahí. Pero si estás en paro y aquí hay una oportunidad, hay una posibilidad para volver".