El 'secuestro' de un médico y una auxiliar de enfermería; la amenaza a un funcionario con un punzón; una pelea entre internos con traslado al hospital o la muerte de otro preso presuntamente por sobredosis, causas de la reclamación.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha denunciado este lunes la retención que sufrieron la semana pasada una auxiliar de enfermería y un médico en el centro penitenciario de Mansilla de las Mulas de León, que se suma a otros recientes incidentes y agresiones "de enorme gravedad" provocados por internos, que ha llevado a la agrupación sindical a exigir "medidas urgentes para parar una situación que los funcionarios de prisiones estamos padeciendo, siendo testigos de lo peor que una prisión puede llegar a ser".
En el sindicato han relatado que un interno armado con un pincho artesanal, a modo de arma blanca, exigió al médico que le atendía en la consulta una medicación concreta, y ante la negativa del médico, el interno se autolesionó en la mano y en el abdomen, al tiempo que impedía salir a la auxiliar.
El médico trató de contactar telefónicamente con la oficina de los funcionarios de vigilancia, pero comunicaba. Esta tensa situación se prolongó hasta que el funcionario del módulo pasó por delante de la consulta y detectó que algo anormal estaba ocurriendo, resolviéndose el incidente sin que los sanitarios sufrieran daños.
Por otra parte, en otro módulo de la prisión se vienen sucediendo diversas peleas, llegándose a evacuar a un interno al hospital, con lesiones en la cara, concretamente en ambos párpados, provocadas -presuntamente- por cuchillas colocadas entre los dedos con el puño cerrado del agresor. Algunos de los participantes en esta pelea fueron aislados.
En CSIF han indicado que la situación que se vive en la prisión "ha desbordado al módulo de aislamiento, que se encuentra con todas sus celdas ocupadas", algo que ha motivado una llamada de atención de este sindicato a la dirección del centro penitenciario leonés, a través de un escrito registrado el 14 de octubre.
Este domingo 23, en el mismo módulo, a última hora de la tarde, un interno con más de 20 años de prisión a sus espaldas y participante activo en los motines de Pontevedra de los años 80, armado con un pincho de grandes dimensiones, tipo punzón y muy afilado, pasó el brazo por encima del hombro y detrás del cuello a un funcionario de dilatada experiencia. La intención del preso era hacerse fuerte y conseguir negociar sus pretensiones con el funcionario de rehén, según fuentes de CSIF.
Afortunadamente, ha relatado el sindicato independiente, dos internos encargados del reparto de la cena, al ver la situación, inmovilizaron al preso que portaba el pincho, resultando ambos heridos. El funcionario quedó liberado sin sufrir heridas.
Por otra parte, hace 15 días se produjo un nuevo fallecimiento de un interno, que según relató su compañero de celda posteriormente, pudo tomar, presuntamente, y a la espera de la investigación, comprimidos de metadona no dispensados en el centro y facilitados por otro preso de manera ilegal.
Ante todas estas incidencias, CSIF exige a la dirección y a los responsables políticos "medidas inmediatas para resolver los problemas", motivados por el perfil y el hacinamiento de los internos, y por la falta de personal.
CSIF afirma que las características del centro penitenciario de León, "y dadas sus circunstancias, no se puede seguir admitiendo internos con un perfil tan violento y peligroso".
Debido a las obras de la necesaria reforma del sistema de calefacción de la prisión de Mansilla de las Mulas, dos de los módulos permanecen cerrados, y cuando se terminen la reforma en estos, otros dos serán cerrados hasta completar la obra, lo que agrava el hacinamiento de los internos. "Las obras implican la pérdida de casi 290 plazas, y a pesar de esto los últimos meses se han recibido varias conducciones de más de 40 internos en un solo día", recalca CSIF.
Mientras los grupos de interior (vigilancia 1) deberían contar con más de 30 efectivos, la mayoría están con 27 o 28 funcionarios, contando alguno de ellos con poco más de 20, critica CSIF. En idéntica situación se encuentran los grupos de vigilancia 2, el área sanitaria y prácticamente cualquier área de trabajo del centro penitenciario, incluyendo su sección abierta. Por ello, desde CSIF se viene reclamando más personal mediante escritos registrados a los órganos correspondientes, desde marzo del presente año.