Colaborador de medios de comunicación de Soria, era sensible a los problemas de la provincia, y un enamorado de Vinuesa y la zona de Pinares.
Antonio García Abad fallecía en la madrugada de este viernes 4 de noviembre, a los 75 años de edad, tras meses en los que su estado de salud se había visto debilitado, tras un episodio de insuficiencia cardíaca que le hacía más difícil su existencia.
Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, donde también cursó estudios de Filosofía y Letras, ingresó en la Carrera Diplomática en 1971. Desde entonces, estuvo destinado en las representaciones diplomáticas españolas en Honduras, Finlandia, Argelia, Bélgica, Reino Unido y Suiza.
En 1983 fue nombrado Embajador de España en Guinea Ecuatorial y, posteriormente, Cónsul General de España en Rosario, La Habana, y Embajador de España en Haití. En 1997 fue designado Subdirector de la Escuela Diplomática y en 1998 pasó a ocupar el puesto de Cónsul General de España en Perpiñán para en 2001 ocupar el mismo cargo en la también ciudad francesa de Toulouse.
En 2004 fue destinado como embajador en la República de Finlandia donde le fue otorgada por la presidenta Tarja Halonen la Gran Cruz de la Orden del León. En enero de 2008 se incorporó como Cónsul General al Consulado General de España en Ginebra, cargo que siguió compaginando con sus habituales colaboraciones en la prensa soriana, sus conferencias y charlas en diferentes universidades europeas.
Desde finales de la pasada década residía de forma permanente en su población natal de Vinuesa.