Varias reses de la ganadería soriana.
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CAPITAL
Actualizado 06/12/2016 02:26:32

Sergio Loro y Milagros Rodriguez pusieron en marcha 'Bravos de Valonsadero' en el año 2012. La ganadería que comenzó con tres becerras, en la actualidad cuenta con un total de 40 reses. Los ganaderos, que poco a poco van creciendo y acudiendo a más festejos, pretenden crear en el futuro una escuela taurina para los jóvenes de la provincia.

Durante años, Valonsadero fue el hábitat de una gran cantidad de ganaderías bravas. Una actividad perdida en la provincia en el siglo XX y recuperada en el 2012, fecha de nacimiento de 'Bravos de Valonsadero, que no pastan en el mismo monte, pero sí recuerdan con su nombre, la zona que vio crecer a los toros de lidia criados en Soria.

A Sergio Loro, amante de estos animales desde su infancia, le "picó el gusanillo" tras ayudar a un amigo de Albacete en su ganadería. A partir de ese momento comenzó, junto a su pareja, Milagros Rodríguez, la puesta en marcha de su propia manada, que arrancó con tan solo tres becerras y actualmente cuenta con 40 reses.

20 vacas madres, 1 semental, 13 becerros y 6 mansos, componen su ganadería, la única de la provincia, que pasta libremente en dos fincas, una de 15 hectáreas en Quintana Redonda y otra de 3 en Las Casas. En la primera conviven las madres con el semental y las crías, desde el destete hasta que pasado el invierno, suben a Soria, donde separan machos y hembras.

El origen de parte de sus animales está en la ganadería navarra Hermanos Domínguez, a los que la pasada Navidad se sumaron algunas cabezas marcadas con el hierro de Fuente Ymbro, el Cadillac de los bravos, que tiene su finca en la dehesa 'Lo Romeral', en Cádiz.

EL DÍA A DÍA
Los toros de lidia, "son bravos por genética", como indica Loro, y aunque el comportamiento en el campo es similar al del resto de ganado bovino, "cambian el chip cuando te empiezas a meter en sus terrenos".

El representante de 'Bravos de Valonsadero' comenta que "el día a día es más o menos igual que en las explotaciones cárnicas, la única diferencia es el manejo del ganado, que es un poco más complicado".

La dirección tiene que ser calmada, pausada, porque el gran problema de los bravos son las peleas. Los machos se disputan el liderazgo de la manada, y las hembras requieren de un especial cuidado durante los días de celo, que como Sergio apunta "están más ariscas unas con otras". Como ayuda cuentan con la presencia de mansos y dos caballos, que les echan una mano en la guía del ganado. Además, para el saneamiento y las vacunas es preciso encerrarlos en corrales, ya que es, en esos momentos, cuando más demuestran su bravura.

Respecto a la alimentación, la ganadería soriana sustenta a sus reses con tacos y paja, como el resto explotaciones del país, complementándose con pasto, en el que ambas fincas sorianas son muy ricas. En cuanto a la cantidad de alimento diario, Sergio indica que "de media estamos echando unos dos, tres kilos por cabeza, entre vacas, becerros y novillos". Aunque dependiendo del clima y de la época del año, estas cantidades varían.

EL CLIMA Y LA ALTITUD SORIANA
Todo influye, y el clima y la altitud de Soria también. Mientras que estos días en la provincia las temperaturas rozan los 4 y 5 grados, en la Comunidad Valenciana, donde Loro tiene varios amigos ganaderos, están alcanzando los 16. Esto hace que la alimentación en tierras sorianas tenga que ser mayor, y que los animales, además, debido a las inclemencias del tiempo (frío, lluvias y nieves), no posean la fuerza suficiente para poder participar en los festejos de enero y febrero.

La climatología también afecta en el tamaño, y las vacadas de La Rioja, Navarra y Aragón, que tienen unas temperaturas más suaves, suelen criar vacas más grandes. Pero no todo es negativo, las características del clima soriano hacen más duros a los animales y durante los festejos a los que sí pueden acudir, los toros de lidia sorianos están más fuertes. Desde la ganadería soriana intentan que con la bravura "puedan dar el callo", igual que las del resto de regiones, y eso lo demuestran en cada festejo en el que participan.

LA TAUROMAQUIA
Sergio Loro mira con preocupación el futuro, ya que como explica "no es solo una afición, también es un negocio". A pesar de los cambios que está sufriendo el mundo del toro en España, el ganadero ve el futuro con garantías, siempre y cuando -como expresa- "a algunos les entre en la cabeza que no somos maltratadores, ni nada por el estilo". En Soria, asegura que hay una gran afición, y muchos son los jóvenes, de la capital y la provincia, que se ponen en contacto con ellos, interesados en los diferentes espectáculos taurinos. Además, el soriano cree que "con el paso del tiempo volverá todo a su ser, ya ha ocurrido en Barcelona, que ha vuelto a dar el sí a las corridas de toros".

Por estos derroteros va el futuro de la ganadería. Actualmente, están reformando la finca de Las Casas, construyendo una plaza de toros que se ajuste a la normativa de Castilla y León, para en un futuro cercano poder realizar diferentes festejos. La pretensión de los ganaderos es realizar durante el año diferentes jornadas de convivencia con los jóvenes sorianos, y si funcionan, más adelante crear una escuela taurina.

LA RENTABILIDAD
Hasta el momento, la ganadería solo da los beneficios necesarios para subsistir, y tanto Milagros como él dependen económicamente de otros trabajos. No se marcan metas, pero pretenden ir creciendo poco a poco, acudiendo cada vez a más festejos y quedando bien en todos ellos, como ha ocurrido hasta ahora.

A largo plazo, les gustaría poder destinar algunas reses a los eventos taurinos de las Fiestas de San Juan. Algo imposible por el momento, debido al volumen de su ganadería y que la normativa de Castilla y León tampoco les permite, ya que todos los animales que participen en un festejo deben ser sacrificados, quedándose todos los años prácticamente sin crías.

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