El paso de las grullas por la zona, convierte el mes de noviembre, en una de las mejores fechas para realizar la ruta por el desfiladero soriano. Un paseo entre carrascas y algún ejemplar de pino negral, que culmina con la llegada a la cueva del asno. El trayecto, de seis kilómetros de longitud en total, atraviesa la presa del embalse de los rábanos, que ofrece una vista inigualable del paisaje del lugar.
A solo seis kilómetros de la capital soriana, se puede disfrutar de un bonito paseo por el cañón del río Duero, situado en Los Rábanos, la localidad hortícola por excelencia de la provincia. En el mes de noviembre, la zona tiene un atractivo especial, el paso de las grullas, que vuelan hacia tierras africanas desde el norte de Europa.
El recorrido, de unos seis kilómetros de longitud, parte del kilómetro 218 de la N-111, a la que se accede desde Soria por la salida número 5 de la A-15, dirección Madrid. Tras dejar el coche en la urbanización del pueblo, y cogiendo la carretera hacia Lubia, los senderistas deberán tomar el camino asfaltado de la izquierda. Una vez en la calzada, hay que llegar hasta unas naves, donde se elegirá de nuevo el desvío hacia la izquierda. En ese momento comenzará primero, el ascenso, y más adelante el descenso, hasta llegar a la presa del embalse de Los Rábanos, que brinda una maravillosa vista del Duero junto a la localidad.
Atravesado el dique, la 'carretera' se abandonará justo cuando los postes eléctricos crucen la pista, lugar de donde sale la senda hacia la Cueva el Asno. El inicio del recorrido por el bosque de carrascas se puede encontrar fácilmente, gracias a unas indicaciones naranjas en las piedras del camino. Tras unos metros, se llegará al rio.
El corzo, el ciervo, el jabalí, la liebre y el conejo son algunas de las especies animales que habitan en la zona. Además, una vez en el cañón, se podrán divisar a los buitres en sus cortados, al búho real y a la lechuza.
Respecto a la flora, los senderistas pasearán a través de encinas, algún pino negral, espliego, cantueso y diversas variedades de tomillos, como el salsero.
La Cueva del Asno, situada a escasos kilómetros de la presa del embalse de Los Rábanos, cuenta con una longitud de unos 1.750 metros, repartidos en tres galerías. Dos de ellas transcurren paralelas, mientras que la tercera actúa como nexo entre ambas. La gruta fue utilizada como hábitat hasta la época visigoda .