En el pequeño pueblo , por segundo año, recuperan la tradición de juntarse todos en la última noche del año, eso sí, con 21 días de antelación.
Este pequeño pueblo de la comarca de las Tierras Altas de Soria, de tan sólo 13 habitantes, ha recuperado la tradición de antaño donde todo el pueblo se reunía cada 31 de diciembre alrededor de una vieja radio para celebrar el fin de año.
Esta costumbre, debido a la despoblación, se perdió allá por los años setenta, pero los vecinos e hijos del pueblo no han querido que se quede en el recuerdo, por lo que, ante la imposibilidad de reunirse todos el 31 de diciembre y aprovechando los días festivos del puente de la Constitución, este año se han vuelto a reunir alrededor de 30 personas para cenar juntos en el teleclub.
Tras la cena, y al llegar la medianoche, han comido las 12 uvas al compás de las campanadas. No han faltado durante todo el encuentro villancicos y un buen ambiente que se ha prolongado hasta altas horas de la madrugada. Aunque el año pasado se reunieron más de 60 personas y este año haya caído la participación, siguen considerando la iniciativa un éxito y ya se plantean para el año próximo nuevos retos como la decoración del pueblo con motivos navideños y la proyección de las campanadas en una pantalla gigante.