El secretario general de la Consejería de la Presidencia, José Manuel Herrero, informa a las ONGDs de la Comunidad sobre las nuevas directrices de los próximos 4 años.
El secretario general de la Consejería de la Presidencia, José Manuel Herrero, se ha reunido con 90 técnicos que representan a cerca de 70 Organizaciones No Gubernamentales de Desarrollo de Castilla y León y les ha informado de las nuevas directrices que regirán la política de cooperación para el desarrollo en los próximos cuatro años.
El secretario general de la Consejería de la Presidencia, José Manuel Herrero, se ha reunido con 90 técnicos que representan a cerca de 70 Organizaciones No Gubernamentales de Desarrollo de Castilla y León y les ha informado de las nuevas directrices que regirán la política de cooperación para el desarrollo en los próximos cuatro años.
Las ONGD han conocido las novedades de las convocatorias de los programas de cooperación que efectuará la Consejería de la Presidencia, de acuerdo con el III Plan Director de Cooperación para el Desarrollo de Castilla y León 2017-2020. Uno de los principales cambios, en aplicación de este Plan elaborado de manera conjunta por todos los agentes de cooperación para el desarrollo radica en que la estructura de las políticas solidarias con países empobrecidos se fundamenta en el Enfoque Basado en Derechos Humanos (EBDH), que sitúa a las personas en el centro de los procesos de desarrollo, resaltando la necesidad de aunar los esfuerzos en el fortalecimiento de capacidades de los titulares de derechos.
Este enfoque cambia la orientación, no solo en las acciones, sino también en el propio análisis de las causas de la pobreza y la desigualdad, además de aplicarse en la identificación y definición de proyectos de cooperación al desarrollo. En coherencia con este nuevo marco, el estudio de las intervenciones se concentrará en el análisis de derechos y sus múltiples dimensiones, dirigidos a garantizar unas condiciones de vida digna, priorizándose los siguientes derechos: a la alimentación; al agua potable y saneamiento; a la salud; a la educación; a la vivienda apta y digna; y a un nivel de vida adecuada y medios de subsistencia.
De manera transversal, el enfoque de derechos humanos también guía las actuaciones en las áreas de ayuda humanitaria, educación para el desarrollo y ciudadanía global. Esta nueva orientación impulsa el desarrollo sostenible, aludiendo, no sólo a un crecimiento económico, sino a la generación de oportunidades a largo plazo, adaptadas al contexto social, cultural y político de cada lugar. Esta visión refuerza el alineamiento del nuevo Plan Director con la nueva agenda de desarrollo global y con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, una agenda transformadora en la medida en la que los países y sus ciudadanos se comprometan a abordar las causas que originan los problemas de desarrollo y a proponer soluciones que pongan a las personas y al desarrollo sostenible en el centro.