Herrera preside el pleno del Consejo Financiero de la Comunidad, órgano que facilita la interlocución entre el Ejecutivo y las principales firmas de crédito, capital-riesgo y garantía recíproca que operan en el territorio autonómico.
El Consejo Financiero de Castilla y León nació el 28 de mayo de 2014 como un espacio de encuentro entre la Junta y las entidades del sector para el diálogo, el análisis y la propuesta de medidas incentivadoras de la actividad productiva y crediticia y el desarrollo económico y social de la Comunidad. Formado originalmente por 12 miembros –Sodical, Iberaval, España-Duero, Caixabank, la Unión de Cajas Rurales de Castilla y León, Santander, BBVA, Popular, Bankia, Ibercaja, Cajamar y Sabadell–, desde hoy está compuesto por 16 entidades, como consecuencia de la decisión adoptada esta mañana de incorporar a cuatro nuevos integrantes: Abanca Corporación Bancaria, Caja Laboral Popular, Bankinter y Banco Caixa Geral.
La sesión del Consejo Financiero celebrada el 12 de enero de 2016 aprobó la creación y puesta en marcha de la Lanzadera Financiera de Castilla y León. De ahí que este tercer encuentro plenario haya servido para hacer balance del primer año largo de funcionamiento de este instrumento de colaboración público-privada promovido por la Junta, que tiene como objetivo que ninguna iniciativa viable de un emprendedor quede aparcada por falta de financiación.
Según ha detallado el presidente Herrera, desde enero del año pasado la Lanzadera ha resuelto favorablemente 3.403 solicitudes, de las que 3.300 han recibido financiación y 103 asesoramiento. Si se contrasta esta cifra con las peticiones recibidas (3.979), cabe concluir que el 85,5 % de los proyectos han conseguido el apoyo que precisaban.
La financiación alcanzada por las 3.300 empresas se eleva a 503,4 millones de euros, que han propiciado una inversión global de casi 795 millones de euros y la generación o el mantenimiento de 63.085 empleos en la Comunidad. Asimismo, el servicio de asesoría personalizada ha fructificado en 103 operaciones con un importe financiado de 76,3 millones, una inversión inducida de 231,4 millones y la creación o consolidación de 3.088 contratos.
En su conjunto, el volumen de financiación asociado a las iniciativas que han prosperado asciende a 579,7 millones, lo que ha facilitado una inversión de 1.026,4 millones y ha sostenido 66.173 puestos de trabajo. Este primer balance anual apuntala, por lo tanto, la consecución del objetivo marcado por la Junta de movilizar 3.560 millones de euros en inversión hasta 2019 a través de la Lanzadera.
Papel protagonista de la colaboración público-privada
Un análisis más minucioso sobre los instrumentos empleados para impulsar los 3.300 proyectos financiados revela que la colaboración entre la Administración y las entidades financieras, esencia de la Lanzadera, ha respaldado el 92,4 % de las operaciones formalizadas –3.050 en cifras absolutas– por un montante superior a 397,5 millones –el 79 % del total financiado–.
En concreto, estos apoyos se han canalizado a través de garantías y avales (153,3 millones de euros); Iniciativa Pyme (110,8 millones); préstamos avalados con bonificación de tipos de interés (94 millones de euros); préstamos concedidos directamente por las entidades adheridas a la Lanzadera a través de la plataforma que gestiona la Agencia de Innovación, Financiación e Internacionalización Empresarial (ADE), adscrita a la Consejería de Economía y Hacienda (35,6 millones), y cobertura de riesgo en microcréditos a emprendedores y empresas de ámbito rural (3,8 millones).
Por su parte, la intervención de la iniciativa pública ha alcanzado el 7,5 % de los expedientes tramitados con éxito –250–, que se han sustanciado en la concesión de 105,9 millones –el 21 % del importe financiado– por medio de subvenciones, préstamos Reindus y capital riesgo.
Estímulo al flujo del crédito hacia el tejido productivo
Este desglose evidencia que la Lanzadera Financiera está cumpliendo los objetivos para los que fue diseñada, en la medida en que ha estimulado el flujo del crédito privado hacia el tejido empresarial. Se trata de una función esencial en Castilla y León por el carácter excedentario de su sistema de financiación bancario –con una proporción de 134 euros en depósitos frente a 100 euros en créditos–, que ofrece la oportunidad de reconducir el ahorro regional hacia la inversión productiva en la Comunidad.
Es ahí donde la Junta está actuando para asegurar respaldo a los proyectos viables, aprovechando el contexto de elevada liquidez y reducidos tipos de interés generado como consecuencia de la política monetaria aplicada por el Banco Central Europeo (BCE). Por un lado, complementa con apoyos públicos los productos de la banca y, por otro, solventa las limitaciones que conlleva formalizar préstamos directos para las empresas con cargo al Banco Europeo de Inversiones (BEI), puesto que computarían dentro del techo máximo de deuda de la Comunidad.
Apoyo a emprendedores y autónomos y a las políticas de competitividad
Otra de las finalidades que propició la puesta en marcha de este novedoso instrumento fue la de dar respuesta a las necesidades de colectivos que son la base de la estructura económica de Castilla y León –emprendedores, autónomos, pymes y micropymes– y encuentran más dificultades que el resto para obtener liquidez en los mercados. En este sentido, la Lanzadera también ha satisfecho las expectativas creadas al financiar 933 proyectos de emprendedores con 68,5 millones de euros y 1.110 iniciativas de autónomos por un importe de 64,5 millones.
Desde su nacimiento hace poco más de un año, el mecanismo de colaboración público-privada se ha ido adaptando a las demandas empresariales y se ha puesto al servicio de sectores estratégicos para la economía de Castilla y León. Prueba de ello es el apoyo a proyectos vinculados al comercio (que representan el 26,1% del total de solicitudes resueltas favorablemente), a los servicios (22,7%), a la agroalimentación (13%), a la industria transformadora (9,2 %) y a otras actividades innovadoras ligadas a la biotecnología, al ámbito químico-farmacéutico, a la fabricación de equipos y a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (5,6%).
A lo largo de estos meses, la Lanzadera Financiera ha ofrecido cobertura a las políticas de competitividad y planes de dinamización impulsados por la Junta. Ejemplo de lo primero son los avales y ayudas a la internacionalización empresarial –con 18 millones concedidos– o las subvenciones resueltas para proyectos de I+D –que suman 16 millones–. En el segundo aspecto hay que destacar las 109 iniciativas financiadas y / o asesoradas en el marco del Plan de Dinamización Económica de los Municipios Mineros –con casi 32 millones de euros– o las relacionadas con el Plan de Dinamización de la Provincia de Soria, que se está ultimando.
Más bonificaciones en las líneas ADE Financia
Por otra parte, en el transcurso de la sesión plenaria del Consejo Financiero de Castilla y León, el presidente Herrera ha presentado los mejorados y nuevos productos que se incorporarán al mapa de soluciones de la Lanzadera Financiera, concebida como un instrumento vivo y flexible, que se adapta a las necesidades emergentes.
En primer lugar, se reedita ADE Financia. La Junta aportará tres millones de euros en 2017 a este programa de préstamos avalados con bonificación, desarrollado desde el año 2000 en colaboración con Iberaval. La principal novedad es que se incrementa en 0,25 puntos el descuento aplicado sobre los tipos de interés de cuatro de las nueve líneas de apoyo existentes, de modo que se sitúe entre el 1,25 % y el 1,50 % como máximo. En concreto, el abaratamiento de costes beneficiará a proyectos de inversión y expansión de empresas, capital circulante, sector agroalimentario y turismo.
El programa se amplía este año con una nueva línea de avales de hasta 600.000 euros y a coste cero para el anticipo del cobro de las subvenciones concedidas por la Agencia de Innovación, Financiación e Internacionalización Empresarial que tengan por objeto apoyar iniciativas de inversión e I+D+i.
Está previsto que ADE Financia movilice 78 millones de euros en préstamos bonificados durante este ejercicio, que permitirán el desarrollo de alrededor de 750 proyectos empresariales y la creación y consolidación de 6.358 puestos de trabajo.
Asimismo, la Junta y la Sociedad de Garantía Recíproca de Castilla y León mantienen tanto el producto específico para autónomos y microempresas como el de fomento del emprendimiento vinculado a la creación de empleo.
Plan de crecimiento empresarial
La segunda novedad destacada será la puesta en marcha del Plan de Crecimiento Empresarial de Castilla y León, que se activará a través de la Sociedad de Capital Riesgo ADE Capital Sodical y se desarrollará en colaboración con Empresa Familiar.
Se trata de un programa de préstamos participativos y participaciones temporales en el capital social de las empresas, que tiene como objetivo el fortalecimiento de las pymes de carácter local y familiar, caracterizadas por su arraigo al territorio, con un elevado potencial de crecimiento en términos de facturación, inversión, internacionalización, producción y empleo.
El Plan contará con una dotación inicial de 75 millones de euros, que generarán una inversión inducida estimada en 375 millones. Para su ejecución se seleccionará a un mínimo de 50 pymes. Además, los proveedores de las compañías beneficiarias tendrán preferencia para acceder a las líneas de ADE Financia.
Dos fondos de garantía para proyectos de I+D y de inversión
En último lugar, la Lanzadera Financiera se dotará de dos Fondos de Garantía, uno para iniciativas de I+D y empresas innovadoras y otro para las de crecimiento empresarial, que tienen su encaje en el Programa Operativo FEDER de Castilla y León 2014-2020. Su misión será paliar las debilidades de los proyectos por insuficiencia de garantías y la aversión al riesgo de la banca a la hora de financiar actuaciones en I+D.
Estos instrumentos se gestionarán a través de un intermediario financiero, como el BEI, que además de aportar sus fondos ejercerá de enlace con las entidades financieras que operan en Castilla y León.
Los Fondos de Garantía ofrecerán una cobertura de hasta el 80 % de la operación, debiendo asumir los bancos el 20 % restante. El diseñado para financiar inversiones y circulante asociado estará dotado con 61,5 millones y el orientado a proyectos innovadores, con 19,5 millones.