Las mentiras de Pamiés

Cualquiera que acudiera al Casino el pasado jueves pudo ser testigo de un espectáculo dantesco. Lo que muchos esperaban que fuera una ponencia sobre ecología y nutrición fueron más de tres horas de charlatanería y mentiras. Así fue la charla que dio Josep Pàmies.

Este conocido horticultor se dedica, con la excusa de la medicina natural, a divulgar todo tipo de mitos; siempre con la idea de vender sus productos. Y es que no nos debemos llevar a engaño, ese el principal objetivo de todas sus conferencias.

Fui a la charla llevado por la curiosidad, y fue una de las tardes más surrealistas que he pasado en bastante tiempo. Ante una audiencia bastante numerosa, Pàmies realizó un desordenado discurso cuya única guía era la promoción de una gran variedad de libros sin fundamento científico, a través de los cuales encauzaba sus inconexos argumentos (en cursiva), fácilmente desmontables:

Las plantas no tienen efectos secundarios, los químicos sí. Una sustancia es igual y tiene los mismos efectos tenga el origen que tenga, pero en las plantas la dosis que tomamos es más difícil de controlar. Si cree que tomar plantas es inocuo, le invito a tomar cicuta.

La estevia es mejor que cualquier edulcorante, e incluso trata la diabetes. La estevia es una planta de la que se puede extraer un edulcorante (un glucósido), con las mismas ventajas y desventajas que otros como la sacarina o el aspartamo. Sin embargo, el uso de la planta en sí está prohibido, pues entraña riesgos como hipotensión o esterilidad, ya que contiene otros principios farmacológicos.

El SIDA no existe, en África es a causa del hambre, que baja las defensas. El SIDA está causado por un virus, el VIH, que se lleva años investigando y cuyo tratamiento con antirretrovirales es cada vez más efectivo. No tiene sentido negar años de avances con un razonamiento tan pobre. Además, un poco más tarde nos ofrecía una planta que podía tratarlo, aunque supuestamente no exista.

El cáncer se puede curar con cambios en la dieta y el carácter. Este punto es de los más indignantes. Aparte de ser afirmaciones sin base científica, culpabiliza a los enfermos de cáncer, pues les hace suponer que su comportamiento es el origen de su enfermedad.

España no permite el estudio con cannabis. No solo lo permite, sino que hay varias investigaciones en curso, pero el proceso investigador es lento para garantizar la fiabilidad de los resultados y estos aún no son concluyentes.

Inyectarse agua de mar es muy saludable. Tan saludable que puede ser mortal. Es una locura.

Abortar con infusiones abortivas es más seguro. Dejando de lado temas morales, los países en los que se puede realizar un aborto médico en condiciones adecuadas tienen una mortalidad bajísima, al contrario de los que tienen que utilizar este tipo de remedios “naturales”.

El clorito de sodio (MMS) puede tratar numerosas enfermedades. Además, aunque es el método más saludable, está prohibido su uso en España para desinfección de agua. No solo es falso, sino que además es peligroso. Es un compuesto de cloro cuyo valor farmacológico es nulo y cuya toxicidad a dosis incontroladas está demostrada. Por otro lado, sus características son similares a la de otros compuestos de cloro y su uso para desinfección de aguas sí que está autorizado en España en la orden SSI/304/2013.

Con entre 10 y 12 plantas, que él vende, podía tratar cualquier enfermedad. Su intención era solo lucrarse con la venta de libros y plantas, para lo cual intentó instalar un puesto ambulante que retiró la Policía local, e incluso pasó un cesto de donativos.

Se hacen esfuerzos importantes por hacer charlas educativas, como las de Soria Saludable, cuyo trabajo se tira por tierra con este tipo de visitas.