La lluvia deja paso a los copos que obligan a abrir paraguas y a enfundarse capuchas.
La ligera lluvia que caía a media tarde de este miércoles en la ciudad se transformaba después en copos de nieve que comenzaban a caer poco después de las cinco de la tarde con cierta intensidad.
Un hecho que pese a no ser en parte esperado, sorprendía en cierto modo el devenir de la capital, cuyos espacios abiertos se llegaban a cubrir parcialmente de un fino manto blanco, poco habitual hace años por estas fechas.
Paraguas abiertos, capuchas enfundadas en las cabezas y más frío, estampas en esta jornada en los primeros pasos de la primavera.