Artículo de opinión de Elena Robredo, concejal del Ayuntamiento de El Burgo de Osma.
Dice mi padre que en la edad adulta hay tres cosas básicas en la vida: la cultura, el agua y el pan, siendo la cultura la que menos se consume. Y, por desgracia, no se equivoca. El pasado sábado me invitaron a la presentación de un libro, se trata del cuarto volumen de una antología de autores, en la que, además, todos los autores que confluyen en las páginas de estos libros son sorianos, bien de nacimiento, bien de adopción, pero sin duda con una amplia vinculación con la provincia.
Sorprende ver el poco apoyo que tiene la cultura puesto que, pese a la publicidad del evento y el haberlo realizado en uno de los días con más afluencia de gente en nuestra provincia, conté apenas medio centenar de asistentes, número similar al de las presentaciones que precedieron a este volumen. Ni siquiera surte efectos el reclamo de un vino español al finalizar el acto.
Estamos en vísperas del día del libro, que como todos los años se celebra el 23 de abril, y me gustaría saber si las librerías sacarán a la calle mesas con libros en oferta, o si simplemente aplicarán descuentos a los libros que se adquieran ese día, pues cada vez es más raro ver que se sigue con esa tradición. Tradición que sirve para promocionar y facilitar el acceso a la lectura y por ende a la cultura. En la era tecnológica cada vez se lee menos, hace unos años cuando la gente tenía tiempo libre se leía, ahora se utiliza ese tiempo para descargar esas series americanas tan famosas de golpe y darse atracones de capítulos, ya no podemos esperar la correspondiente temporada con capítulos semanales para ver una serie completa, “necesitamos” verla de un plumazo (y perdonen la ironía).
No puedo terminar este pequeño artículo sin una referencia a uno de nuestros más grandes escritores, así que, como decía Miguel de Cervantes: “El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”.