Vecinos de la localidad de Tierras Altas trabajan para volver a poner en funcionamiento un estanque que abastecía al pueblo en tiempos de sequía.
Durante estos días de Semana Santa, vecinos y allegados de Ventosa de San Pedro han estado trabajando en recuperar una poza a la que antiguamente los habitantes bajaban a coger agua en los meses de sequía, la ‘Poza de la Teja’.
Se trata de un lugar que era punto de reunión, y que con el paso de los años se fue perdiendo hasta el punto de que la zona quedase totalmente inhabilitada por la maleza que año tras año ha ido creciendo en su entorno.
Ahora, el paraje, antes inaccesible, y con la ayuda comunal, se ha limpiado y adecentado con la idea de que sirva de lugar de merendero y paseo.
Las labores daban comienzo el Jueves Santo por la mañana con la limpieza del área y eran concluidas este lunes, con el hormigonado para dar forma al perímetro de la poza en cuestión.
Unos trabajos que han pasado por distintas tareas, como pintar y preparar el vallado que ahora delimita la zona; reforzar las paredes de el estanque o plantar árboles autóctonos alrededor. Todo esto ha sido posible gracias a la ayuda del pueblo y de la Junta Agropecuaria que ha destinado el dinero necesario para realizar el acondicionamiento.
Con todo ello, la pedanía sampedrana ha visto recuperar, en unas fechas en las que se experimenta una buena afluencia en el pueblo, las tradicionales ‘veredas’, un término con el que se designaba antaño las faenas para la mejora y acondicionamiento del pueblo y que en las últimas décadas habían caído en desuso.
Los organizadores de esta iniciativa se han mostrado muy satisfechos con el resultado y, sobre todo, de cómo los jóvenes hijos del pueblo se han implicado para mantener vivo un lugar tan apreciado por sus abuelos.