La Diputación de Soria y los ayuntamientos de Duruelo, Covaleda, Vinuesa y la Mancomunidad de Molinos de Duero-Salduero han renovado esta semana el convenio de cooperación para el mantenimiento y explotación de las estaciones depuradoras de aguas residuales urbanas del sistema Alto Duero.
Dicho convenio fue suscrito el 4 de abril de 2013 por cuatro años más dos posibles prórrogas de un año, la primera de las cuales ha sido suscrita esta semana por el presidente de la Diputación, Luis Rey; el alcalde de Duruelo, Alberto Abad; el alcalde de Covaleda, José Antonio de Miguel; la alcaldesa de Vinuesa, Asunción Medrano; y el presidente de la Mancomunidad de Molinos-Salduero, Miguel Bonilla. Con la firma se produjo también la primera reunión de seguimiento del convenio y se acordó dar continuidad al sistema de gestión actual, incrementando la duración del convenio en un nuevo periodo cuya duración será igual a la del futuro contrato de servicios al que se vincule.
El convenio nació por el interés de los ayuntamientos de Duruelo, Covaleda, Vinuesa y la Mancomunidad de Molinos-Salduero de realizar de forma conjunta la explotación de sus plantas depuradoras al objeto de aprovechar las economías de escala y disminuir los costes de mantenimiento y explotación. Eso, unido a la escasez de medios técnicos, hizo que se precisase la cooperación de la Diputación de Soria para garantizar la prestación integral y adecuada del servicio de depuración de aguas residuales urbanas. El convenio suscrito entre las partes tiene por objeto el establecimiento de los mecanismos técnicos y económicos que permitan garantizar el correcto funcionamiento de las instalaciones de depuración que componen el sistema de tratamiento de las aguas residuales de la cabecera del río Duero.
Entre los compromisos asumidos por la Diputación destacan la realización del seguimiento y control de los trabajos contratados, verificando el correcto funcionamiento de las instalaciones, y la realización de la liquidación con la empresa adjudicataria del servicio de los gastos de mantenimiento y explotación de las instalaciones, con la periodicidad y en las condiciones establecidas en los pliegos de condiciones del contrato.
Por su parte, los ayuntamientos y la mancomunidad se comprometen entre otras cuestiones a vigilar y promover el correcto uso por los usuarios de la red de saneamiento, realizando el control de los vertidos y en especial los de origen no doméstico; promover la eliminación de aguas parásitas mediante la eliminación de las conexiones ilegales encontradas, la eliminación paulatina de los aportes de agua que no sea necesario tratar y la reparación de las redes en estado defectuoso; hacer partícipe a los nuevos desarrollos urbanísticos en los gastos de construcción o ampliación de las instalaciones públicas de depuración de aguas residuales; permitir la inspección y control técnico por la Diputación; y asumir el 100% del importe de los gastos que ocasione el funcionamiento de las instalaciones.