Las tormentas de esta noche desarrollan un abundante aparato eléctrico, pero los chubascos, muy intermitentes, apenas mojan el suelo de la provincia.
Poca, muy poca agua, caía en la jornada de ayer en capital y provincia. Aunque las tormentas hacían su aparición por prácticamente todo el territorio, las nubes no se mostraban generosas en lo que a precipitaciones se refiere. No así lo fueron con los rayos que iluminaban con constantes fogonazos y sus estruendos postreros.
A tenor de los datos que ofrece la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), los chubascos más intensos se producían entre las siete de la tarde y las once de la noche en Barriomartín, pedanía de La Póveda, con 9,4 litros por metro cuadrado. San Pedro Manrique, cabecera de Tierras Altas recogía 8,4 litros en parecida franja horaria (hasta las doce de la noche), mientras que en El Quintanarejo sumaban 3,2 litros, prácticamente el mismo volumen que en la capital, (3,1).
En la demarcación del Moncayo, la estación de la AEMET recogía 2 litros por metro cuadrado, y ya por debajo de estos valores, Liceras registraba 0,6 litros, poco más que Ucero (0,4) y Lubia (0,2).
En otras áreas como Almazul, Arcos de Jalón, La Riba de Escalote y Morón de Almazán, localidades donde existen también estaciones oficiales no se registraron precipitaciones reseñables.