Conoce la cuadrilla de San Esteban de la mano de sus jurados, Manuel José Daigo García y Mª Nieves Diago Mata.
El padre de Nieves y abuelo de Manuel, Víctor José Diago, ha sido el motor que les ha empujado a ser jurados de la cuadrilla de San Esteban, en la que hoy aparecen todos los pañuelos de las fiestas que han transcurrido desde el año de su fallecimiento. “Es una manera de tenerlo presente, de que esté con nosotros”, dice la jurada. Con esta aventura conmemoran la intensidad con la que vivía las fiestas, su pasión por los sanjuanes, aunque, como cuentan “siempre a la sombra, porque no le gustaba figurar”. Su recuerdo vive en cada rincón del local, presidido por una fotografía suya durante el Viernes de Toros de 1969, y también adornado con un cartel taurino, en el que junto a él figura ‘El Viti’.
Están muy agradecidos con todos los vecinos, familiares y amigos que les han arropado, porque como explican, “sin ellos, nada habría sido posible”. Todos han ido aportando ideas, y eso, se nota en la decoración de la cuadrilla, cuidada hasta el último detalle. Rosas sanjuaneras por todo el local, las puertas de la Alameda de Cervantes sobre una pintura del parque, un reloj que se irá moviendo según el transcurso de los días y un pequeño altar para la moto de La Saca del jurado son algunos de los motivos que adornan el espacio. Objetos que están llenos de anécdotas, como la motocicleta de Manuel, con la que hizo su primera Saca sin el consentimiento de su padre, que al final se acabó enterando porque como ahora recuerda riendo, “lo vio en una foto en Sanjuaneando”.
Desde San Esteban destacan también el buen ambiente que existe con el resto de jurados. “Tenemos muy buena relación y comunicación, no existe competencia, compartimos cosas y nos damos ideas entre todos”, asegura Mª Nieves, que no ha querido olvidarse de la otra gran ilusión que le ha llevado a ser jurada, su hijo Nicolás.