Luis Gibert Ortega toma posesión al frente del CNP de Soria aludiendo en su discurso a las “grandes amenazas” como el crimen organizado, la ciberdelincuencia, la trata de seres humanos o terrorismos como el yihadista, además de la violencia de género.
La subdelegada del Gobierno en Soria, Yolanda de Gregorio, ha presidido esta mañana de miércoles el acto oficial de toma de posesión del nuevo comisario jefe provincial del Cuerpo Nacional de Policía, Luis Gibert Ortega.
De Gregorio, que ha estado acompañada por el subdelegado del Gobierno en Burgos, Roberto Saiz, y por el jefe superior del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) en Castilla y León, Jorge Zurita, ha presentado en su intervención al nuevo comisario del que ha destacado su “profesionalidad, seriedad y bonhomía”, rasgos que también ha atribuido a su antecesor, Juan José Campesino, actual jefe provincial del CNP en Valladolid, al que ha agradecido su dedicación durante los dos años que estuvo al frente de la comisaría soriana.
El nuevo comisario jefe de Soria nació en la localidad marroquí de Dar Drius hace 60 años, es padre de dos hijos y tuvo su último destino, antes de su llegada a Soria, en la Comisaría Provincial de Burgos donde era jefe provincial operativo. Ingresó en la Academia General Militar en 1980. Una vez ascendido a inspector, fue destinado a Bilbao, pasó por Valladolid, Galicia y por Madrid, donde fue jefe de servicio de Coordinación Operativa en la Jefatura de Unidades de Intervención Policial, con las que recorrió toda España, y, tras su ascenso a comisario, recaló en Burgos. Posee además, numerosas distinciones, reconocimientos y felicitaciones públicas.
La subdelegada ha deseado que “esta nueva etapa colme todas tus expectativas personales y profesionales. No sólo será bueno para ti sino también para todos los sorianos. En esta subdelegada tienes a una colaboradora incondicional para conseguir el objetivo básico de que los ciudadanos se sientan más seguros. La seguridad es un rasgo esencial de la libertad. Nadie puede sentirse verdaderamente libre si pesa sobre él cualquier tipo de amenaza. Y la delincuencia lo es”.
De Gregorio ha valorado muy positivamente el trabajo del “magnífico equipo, del excepcional grupo de la comisaría de Soria que son un ejemplo diario de profesionalidad y que nos permite a los sorianos presumir de vivir en una de las ciudades más seguras de España. Es algo que sabemos y agradecemos”.
Pese a ello, ha propuesto el “desafío” de “no caer en el conformismo. No debemos sentirnos satisfechos mientras se cometa un solo delito, aun a sabiendas de que este logro es una utopía. Pero cuánto más nos acerquemos a esta quimera, más cerca estaremos de ir mejorando, por difícil que nos lo pongan las actuales cifras y la pericia, que la tienen, de los delincuentes”.
Para la subdelegada, “esta Policía del siglo XXI combate peligros del pasado e incorpora otros nuevos. Estamos en Soria, sí, pero no por eso podemos considerarnos ajenos a amenazas para la seguridad como el terrorismo, la criminalidad de bandas organizadas o el tráfico de seres humanos”.
También ha reafirmado dos compromisos. El primero es el de intentar, “sobre todo después de que la oferta de empleo público nos hace ser más optimistas, completar al máximo la plantilla pese a los imponderables de la lógica movilidad laboral”. Y el segundo, es el de dotar por fin al Cuerpo Nacional de Policía de una comisaría digna: “Más temprano que tarde, en un horizonte que no puede ir más allá de dos años, el edificio que ahora nos acoge terminará siendo la nueva comisaría de la Policía Nacional. La sociedad, y el Gobierno como ejecutor de la voluntad popular, quiere que las personas que velan por su seguridad trabajen en las mejores condiciones posibles. Es de justicia que así sea”.
Un emocionado Luis Gibert Ortega, sobre todo cuando se ha referido a su familia y a su mujer fallecida hace siete años, ha comenzado agradeciendo a sus superiores “el haberme designado para ocupar este nuevo destino. Espero ser digno de esta responsabilidad”.
Gibert Ortega ha manifestado que la seguridad en una provincia como Soria “abarca desde las mujeres que son víctimas de violencia de género hasta nuestros mayores y a los discapacitados, desde la seguridad de los niños y jóvenes en las aulas y zonas de ocio hasta la de estas fiestas patronales con las que he estrenado mi mandato, desde la de personas sometidas a procesos migratorios hasta la seguridad en las redes sociales e internet”.
El nuevo comisario ha manifestado “la seguridad del día a día no nos hace perder de vista la seguridad referida a las grandes amenazas como es el crimen organizado, la ciberdelincuencia, la trata de seres humanos o terrorismos como el yihadista, que nos obliga a reforzar las medidas de seguridad en aquellos eventos que, por su importancia o por la gran aglomeración de personas, sean susceptibles de ser objetivo terrorista como desgraciadamente vemos que pasa en países de nuestro entorno”.
También ha agradecido la colaboración y coordinación con otras fuerzas y cuerpos de seguridad: “Para poder cumplir sus objetivos la Policía Nacional no puede estar sola y desde aquí ofrezco la leal colaboración y coordinación no solo con la otra institución de ámbito nacional como es la Guardia Civil sino también con la Policía Local, ya que el objetivo primordial de los tres Cuerpos es la seguridad de los ciudadanos”.
Por su parte, el jefe superior de Policía de Castilla y León, Jorge Zurita, ha agradecido a los antecesores de Gibert Ortega, sobre todo a Juan José Campesino, el trabajo realizado para que los sorianos vivan “en una ciudad segura y tranquila”. También la ha calificado de “bonita. Los sorianos tenéis suerte de vivir en Soria”.
Igualmente ha abogado por la “colaboración no sólo entre las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y con la Policía Local, también con los jueces y fiscales y también con instituciones penitenciarias, para cerrar el círculo de la seguridad”.
El nuevo comisario nació hace 60 años en Dar Drius (Marruecos). Es viudo y tiene dos hijos. Ingresó en 1980 en la Academia General Militar como componente de la II Promoción de Oficiales de Policía Nacional. Fue nombrado Funcionario de Carrera en 1986, con equivalencia a licenciatura universitaria.
Ascendido a inspector, su primer destino fue en la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana de Bilbao. En 1987 obtuvo destino en Valladolid, en la 2ª Compañía de Reserva General. Desde 1991 ha ejercido el mando en varias unidades de intervención policial. Ascendió a Inspector Jefe en 1998.
En 2007 pasó destinado a Madrid como jefe del Servicio de Coordinación Operativa en la Jefatura de Unidades de Intervención Policial dependiente de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana.
Ha impartido cursos de su especialidad en España y en el extranjero. También ha participado como alumno en alguno de ellos.
En diciembre de 2014 ascendió a comisario. Fue destinado a la Comisaría Provincial de Burgos como jefe provincial operativo donde ha permanecido hasta el 19 de junio de 2017, día en el que fue destinado a Soria como jefe provincial de Policía.
Ha sido distinguido con la Medalla, Cruz, Encomienda y Placa a la Dedicación al Servicio Policial y está en posesión de varias cruces al Mérito Policial en diferentes categorías, la Cruz de Oficial de la Orden de Isabel la Católica, la Cruz al Mérito de la Guardia Civil y la Medalla de la Policía Local de Burgos, además de numerosas felicitaciones públicas.