Buen ambiente el que se ha vivido durante estos días, con mayor participación durante el fin de semana.
Ólvega entona el lunes 18 el ‘Pobre de mí’ en el final de sus fiestas del Santo Cristo . Una gran comida de hermandad vuelve a reunir a vecinos, visitantes y gente implicada con Ólvega en una de las concentraciones mayores de la provincia en una plaza con rica comida elaborada durante la mañana.La verbena musical y la quema de pañuelillos son los puntos de despedida a estas fiestas de la población olvegueña que cada año cuentan con más animación. Los festejos arrancaban el miércoles 13 con el pregón por parte de integrantes de la Asociación Deportiva Ólvega, uno de los momentos más emotivos de las fiestas, junto con los homenajes a los mayores. Integrantes de la A.D. Ólvega hiicieron un repaso de parte ee los casi 41 años de historia. Con gran alegría, se hizo el recorrido de variados terrizos en el tradicional concurso.
A pesar de las bajas temperaturas de algunas noches, las sesiones de verbena musical se han vuelto a disfrutar con veecinos y peñas, al igual que los encierros matinales. Animados han estado tambiém los recorridos con la charanga por distintas calles de la población.En la tarde del jueves 14, se vivía un hecho insólito: un novillo era indultado ante las peticiones del púlbico, en una tarde con una buena faena del rejoneador Sergio Domínguez, y una tarde excelente para Pepe Mayor. En total, se repartieron siete orejas. Buena acogida tuvo también el concurso de recortadores del domingo 17, con la participación de los mejores del momento y que mostraron su pericia ante las vaquillas de la ganadería navarra de José Arriazu.