La Junta ve excepciones en la provincia de Ávila y algunas demarcaciones de Segovia.
La Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León ha detectado un "ligero descenso" de los ataques de lobo a la ganadería extensiva de la Comunidad, con la excepción de la provincia de Ávila y "alguna comarca" de Segovia.
Así lo ha señalado el consejero, Juan Carlos Suárez-Quiñones, durante su comparecencia ante la Comisión de Fomento y Medio Ambiente para realizar un balance de la primera mitad de legislatura.
Suárez-Quiñones ha recordado que en materia de conservación de la biodiversidad, en estos dos años se ha puesto en marcha la primera fase de implantación del programa de monitorización de la biodiversidad -lo que ha permitido trabajar en el seguimiento anual de la población de oso pardo, el águila imperial el urogallo o las aves acuáticas invernantes-, así como el Plan de Gestión y Conservación del Lobo, el cual "compatibiliza la presencia del cánido con la ganadería extensiva", con el fin de "reducir los ataques" e indemnizando a los ganaderos afectados "de forma justa y rápida".
El consejero ha recordado que el sistema de seguro "permite el pago en menos de 30 días desde que se certifica el siniestro", al tiempo que ha insistido en que en aquellas zonas donde se mantiene la intensidad de los ataques, "se continúa trabajando para implantar medidas preventivas".
Además, Suárez-Quiñones ha subrayado que su Consejería trabaja en la elaboración de un plan para la gestión cinegética del lobo al norte del Duero.