El presidente regional del partido se reúne en la capital con cargos de la formación en un encuentro al que acude a “escuchar”. Confía en recuperar el Ayuntamiento soriano y la Diputación en las próximas elecciones municipales.
Esta tarde de jueves, el presidente del PP en Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, giraba visita a la capital para mantener un encuentro de trabajo con responsables de la formación en la provincia. Un encuentro al que acudía con la intención de “escuchar” propuestas, ya que la formación ha de estar “al servicio de las mujeres y los hombres de esta provincia”.
El que también es alcalde de Salamanca, ha quitado importancia a la salida en la militancia de seis aforados del PP en la Diputación, y ha confiado en que este hecho, que como se recordará se producía el pasado junio, no restará apoyos al partido, pese a que se trataba en su mayoría de alcaldes con dilatada experiencia al frente de sus municipios.
En este apartado ha indicado que “quien se ha querido lo ha hecho” y ha apelado a las “esencia” del partido, que pasa por “la generosidad y la lealtad”.
Por ello, Mañueco se ha referido que tras los últimos comicios internos del partido que designaban a Marimar Angulo como presidenta de la formación en la provincia, el balance ha supuesto que han sido “más de cuatrocientos” el aumento de afiliados, lo que demuestra la “fortaleza” de la actual directiva popular.
También se ha referido a los datos de la Encuesta de población activa, que han supuesto que en un año hayan encontrado trabajo 1.300 personas en la provincia, lo que se debe a las políticas económicas que se han venido desarrollando, las cuales “dan estabilidad” y con ello, se pueden garantizar los servicios sociales, sobre todo en el ámbito de las pensiones.
En otro orden de cosas, y ante el conflicto secesionista catalán, ha destacado en primer término los “vínculos personales y familiares” que existen entre personas de Castilla y León y de Cataluña, pero ha lamentado el “espectáculo bochornoso y ridículo” que daba esta misma tarde el presidente de dicha autonomía, Carles Puigdemont.
Así, ha abogado por la unidad de los partidos constitucionalistas para “volver a la legalidad” dentro del marco de la legislación vigente a través de unas elecciones que se producirán “cuando se den las condiciones”. Sin embargo, aquí ha recalcado que no es posible la “equidistancia” entre quienes no han respetado la normativa, apuntando tanto a partidos políticos como a agrupaciones de carácter privado de la región catalana.