El teniente del Servicio de Protección de la Naturaleza, Jesús Calvo explica la labor de la Guardia Civil para evitar actuaciones que pongan en riesgo la salud por la ingesta de productos en mal estado
El teniente de la Guardia Civil, Jesús Calvo Ortega, destinado en el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de Segovia, explicaba en la tarde de este jueves, en una conferencia pronunciada dentro del Mes de la Salud Soria Saludable de la FCCR, que este servicio tiene también atribuidas competencias destinadas a evitar actuaciones ilegales en materia de protección animal, sacrificio clandestino de animales, comercialización de alimentos que supongan un riesgo potencial o declarado de seguridad alimentaria, entre otros.
El conferenciante explicó operaciones realizadas por el SEPRONA de la Comandancia de Segovia relacionadas con la seguridad alimentaria. Han sido intervenciones realizadas porque se han constatado riesgos concretos para la salud de los consumidores. Así, ha hablado de comercialización de carne de caballo no apta para el consumo humano o riesgos para el ganado derivados de vertidos ilegales cuya carne también llega a nuestras mesas. El SEPRONA también persigue otros fraudes o engaños en la calidad o características de los productos destinados a la alimentación humana.
En sociedades como la actual, la población no suele identificar todavía como un potencial problema para su salud, la adquisición de alimentos en cualquier canal de comercialización, al tiempo que existe un consenso en que gozamos de un sistema de seguridad alimentaria magnífico. Alcanzar este alto grado de seguridad alimentaria ha sido fruto de un importante esfuerzo por parte de las distintas partes implicadas, también del SEPRONA.
Las actuaciones de la Guardia Civil han ido variando su estrategia y eficacia grarcias a la evidencia científica, a los avances tecnológicos, la modernización de las empresas alimentarias y a la participación de los consumidores que están cada vez más alerta y preparados para detectar posibles fraudes o vulneraciones de los estándares de calidad.
Pero la seguridad alimentaria de la que hablaba el teniente Calvo es sólo una de las atribuciones de este servicio, que es uno de los más reconocidos y reconocibles de todos los que realiza la Guardia Civil. En 1982 se crean las patrullas rurales motorizadas, con la finalidad de conseguir prestar un mejor servicio al ciudadano, economizando medios y facilitando el acceso a determinadas zonas que, hasta ese momento suponían un reto de cara a su vigilancia y protección.
La Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, establece una distribución material de competencias, atribuyendo a la Guardia Civil, entre otras, la siguiente: “Velar por el cumplimiento de las disposiciones que tiendan a la conservación de la naturaleza y medio ambiente, de los recursos hidráulicos, así como de la riqueza cinegética, piscícola, forestal y de cualquier otra índole relacionada con la naturaleza”.
Sin perjuicio de que tal competencia y responsabilidad es extensible a todos sus componentes, por Orden General del Cuerpo núm. 72, de 1988, se crea el Servicio de Protección de la Naturaleza. En la actualidad, la labor preventiva y de vigilancia ambiental recae en las más de 300 patrullas todoterreno existentes, distribuidas a lo largo de todo nuestro territorio nacional, mientras que el potencial investigador es desarrollado por los más de 60 equipos de investigación ubicados en las cabeceras de Comandancia de cada provincia y por la Unidad Central Operativa del Medio Ambiente (UCOMA), cuyo ámbito de actuación es todo el territorio nacional.
La eficiencia demostrada por el SEPRONA desde su creación propició que las funciones originariamente asignadas fueran incrementadas poco a poco. Con la aprobación de la Constitución española se incorporaron los valores ambientales a los derechos ciudadanos, asegurando su defensa, restauración y sanción de sus transgresiones. El SEPRONA, tanto entonces como ahora, continua trabajando para que los ciudadanos puedan gozar y transmitir a las generaciones futuras el patrimonio natural heredado.