Soria ha clausurado este domingo la I Feria Nacional para la Repoblación de la España Vacía-PRESURA organizada por El Hueco, que ha contado con unos 3.000 visitantes y una participación de 70 expositores, de proyectos de municipios y entidades públicas, o de empresas e iniciativas privadas. El director de la Cátedra sobre Despoblación y Creatividad de la Universidad de Zaragoza, Luis Antonio Sáez, que ha ofrecido la ponencia de clausura, ha afirmado que el problema poblacional del medio rural no es una cuestión de cifras, sino de tener ganas de vivir en él, porque se considera atractivo y permite la realización personal.
El responsable de comunicación de El Hueco, Roberto Ortega ha valorado como "enormemente positiva" la valoracion de la I Feria Nacional para la Repoblación de la España Vacía, que ha desbordado las previsiones más positivas que los organizadores tenían. De hecho, El Hueco ya está pensando en una segunda edición de esta iniciativa, en la que Soria puede ser el referente y la voz de la conciencia de las administraciones y el Gobierno, ante un problema -el de la despoblación del medio rural- que irá encontrando soluciones y alternativas a largo plazo, pero que requiere una atención y una voluntad permanente.
Unos 3.000 visitantes y la presentación de unos 70 proyectos concretos, llegados preferentemente de la Celtiberia histórica (Aragón, La Mancha y Castilla y León), y la gran expectación que ha generado entre los asistentes y numerosos medios nacionales de comunicación avalan el interés ante una cuestión que lleva generando debate muchos años, pero que cada vez adquiere más dramatismo, por la creciente despoblación de cientos de municipios de la España del interior.
Curiosamente, el director de la Cátedra sobre Despoblación y Creatividad de la Universidad de Zaragoza, Luis Antonio Sáez, que ha dado la ponencia de clausura, ha quitado importancia a las 'cifras' en el asunto de la despoblación del medio rural, porque el número de habitantes es menos importante que otros aspectos, como son las ganas de vivir en los pueblos, o la realización personal de sus vecinos.
Sáez ha recordado que nunca en España, y mucho menos en la España interior, han tenido las densidades de población de otros países europeos.Para este catedrático, tres son las claves que hay que tener en cuenta: las nuevas tecnologías, que facilitan la comunicación y la producción; la globalizacion, que posibilita que los negocios en un pueblo tengan acceso a un mercado nacional e incluso mundial; y la movilidad, porque con las herramientas facilita que uno se defina de donde eres, y por donde se quiere mover.
Estos elementos han modificado bastante las valoraciones sobre los umbrales de población, "no hay que ir a una gran ciudad para montar algo" y sacar un proyecto adelante, según Sáez. Cuestiones intangibles como la convivencia, la comunidad, la veciindad, la integración, el arraigo, salir del anonimato de las grandes ciudades, o la sensación de vivir a gusto pueden inclinar la balanza de la pregunta de 'dónde quiero y cómo quiero vivir'. Ahora, quedarse en un pueblo ya no es sinónimo de fracaso, como ocurría antes, que solo se quedaban quienes no podían estudiar o carecían de las supuestas aptitudes para triunfar en la gran ciudad.
La llamada nueva economía ofrece muchas oportunidades, que no necesitan de grandes infraestructuras, sino que dependen más del talento, la creatividad y el arraigo, ha continuado Sáez, que ha recordado como en la localidad aragonesa de Daroca, la construcción de una prisión no ha servido para asentar población, porque la práctica totalidad de los funcionarios residen en Zaragoza.
Respecto a la organización territorial, ha indicado la conveniencia de potenciar cabeceras de comarcas, para favorecer un medio rural más estructurado. Mientras en Soria y Teruel no se han impulsado esas cabeceras de comarca, en Huesca sí, reforzándose esa estructura rural, considera Sáez.