Luis Heras: “En la Casa soriana y en toda Barcelona se nota más tristeza”

P: ¿Usted es una referencia en el mundo de las casas regionales de Soria. ¿Qué significa su marcha de la presidencia de la Casa de Soria de Barcelona, uno de los centros más dinámico y fuerte, si no el que más?
R: Ya anuncié mi marcha en el encuentro de las casas sorianas celebrado este pasado verano en la capital soriana, coincidiendo con el 25 aniversario de estos encuentros, que reúnen a los socios de todas las casas de Soria, y a otros muchos sorianos que se tuvieron que ir de la provincia hace décadas. Dejar la presidencia de la Casa de Soria en Barcelona significa que he cumplido una etapa, demasiado larga, por cierto, porque hace tiempo que me estaba planteando dejarlo, pero no había nadie que quisiera tirar del carro. Ha llegado el momento de retirarme, aunque no dejaré mi vinculación a la Casa de Soria en Barcelona. Han sido muchos años de dedicación.

P: Y se va en un momento difícil para estas entidades regionales de Soria, y muy especialmente para la Casa de Barcelona, que además sufrirá el enfrentamiento político y social que vive ahora Cataluña.
R: Sí, es un momento complicado para la Casa de Soria en Barcelona, y para las demás. Pero en nuestro caso, las dificultades no tienen que ver con la situación política del proceso independentista. La cuestión es otra, el que no haya un cambio generacional en los socios, que los jóvenes no vienen y no hay manera de que se integren. Los sorianos que están en Barcelona no se interesan…

P: ¿Se ha perdido la razón de ser de las casas regionales?
R: Quizás sí, aquí y en otros sitios de España. Las circunstancias sociales y económicas que había cuando se crearon han cambiado por completo. En su momento las casas tuvieron un papel clave para miles de personas que abandonaban sus pueblos, e iban a grandes ciudades desconocidas. Las casas fueron un gran apoyo y un lugar de reencuentro con sus paisanos.

P: Pero han sido y siguen siendo un lugar de encuentro social y de fomento de la cultura, de promoción de lo soriano, en este caso.
R: Sí. Eso siempre está ahí, pero hacen falta socios y personas nuevas. Ya no hacemos las actividades de antes, es imposible. Somos menos y más mayores. Da mucha pena ver la Casa sin apenas gente entre semana. Menos mal que los fines de semana sí se llena para asistir a actividades o a jugar a cartas. El día de San Saturio también reunimos a varios cientos de personas, porque es un día muy especial para todos los sorianos, con mucha tradición en la Casa de Soria de Barcelona.

P: ¿Y el futuro?
R: (Silencio)…Cerrar la puerta. Seguramente. Es la pinta que tiene, viendo la evolución de estos últimos años, aunque hay que esperar.

ESPERANZA
P: Le noto desanimado y pesimista.
R: No, solo realista. En cualquier caso, que mi pesimismo sirva para animar a los jóvenes a que retomen el compromiso de dinamizar la Casa de Soria, que es la casa de todos los sorianos que están en Barcelona, con unas buenas instalaciones que ofrecen muchas posibilidades. Estamos a tiempo. ¡Ojalá vengan personas más jóvenes que devuelvan a la Casa el esplendor de hace años! Por lo menos seguimos manteniendo la coral, el grupo de teatro, los dulzaineros, el equipo de fútbol, que mantienen la vida de la Casa. No está todo perdido.
Los socios hemos luchado mucho para comprar los locales de la Casa y para mantenerla.

P: ¿La Casa de Soria en Barcelona cuenta con ayudas económicas? ¿Se nota que las instituciones catalanas, como el Ayuntameinto de Barcelona o la Generalitat, debido al proceso independentista, evitan ayudar a las casas regionales?
R: Claro que las ayudas van a menos. Las casas regionales, en general, tenemos las cuentas estranguladas. Pero no es tanto por el proceso independentista, sino porque hay menos dinero para repartir y cortan las ayudas y subvenciones. Sí llegan algunas aportaciones del Ayuntaminento de Barcelona o de la Generalitat, aunque parece que tienen otras prioridades.
Pero la falta de ayudas económicas no es sólo cuestión de las instituciones catalanas, también ha cortado las ayudas la Junta de Castilla y León.
P: Por cierto, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau tiene orígenes sorianos por parte de su abuela. ¿Se ha producido la visita que esperaban de la alcaldesa a la Casa de Soria?
R: No. Es una espinita que tenemos clavada. Pero nos da igual que venga o no. Le invitamos, y aún estamos esperando que nos conteste a un escrito que le enviamos.

MÁS PRECAUCIÓN
P: ¿Cómo se vive desde la Casa de Soria el enfrentamiento político actual que ha generado el proceso independentista?
R: De la misma manera que en el resto de la ciudad. Se ha perdido alegría, hay más tristeza, y vas con más precaución cuando vas por la calle o hablas con gente. En la Casa, aunque los independentistas son cuatro, por decir algo, se evita hablar de política, para evitar problemas dentro de la Casa.
El día que celebramos la festividad de San Saturio, coincidiendo con el día del referéndum independentista del uno de octubre, dudábamos si salir con la imagen de San Saturio en la procesión que hacemos, desde la Casa hasta la iglesia, que está a unos 500 metros. Coincide que hay un colegio junto a la puerta de la iglesia.
Le dimos muchas vueltas, dudamos, hablamos con el cura, pero al final entramos por la puerta trasera de la iglesia, y con una segunda imagen de San Saturio más pequeña que la que procesionamos habitualmente. Lo hicimos por precaución, por seguridad. Pero todo se desarrolló con normalidad.
En la Casa tenemos colocada la bandera española junto con las otras tres banderas, la señera catalana, la de Castilla y León, la de Soria y la de Europa, dentro y en la fachada; y nadie nos ha dicho nada. La Federación de las Casas Regionales también celebramos el día de la Hispanidad como si tal cosa, sin ningún problema.

P: Los hijos y nietos de los socios de la Casa de Soria sí estarán más próximos a las ideas nacionalistas e independentistas. ¿Hay enfrentamientos y discusiones en las familias sorianas de Barcelona?
R: En alguna familia puede haber algún lío o discusiones, aunque no lo hemos detectado en la Casa; pero como está pasando en muchísimas familias de Cataluña. El enfrentamiento político ha hecho mucho daño en las relaciones personales.

P: ¿Como se ve desde la Casa de Soria el proceso independentista y el futuro inmediato de Cataluña?
R: Hay sensación de cansancio y pesimismo. Lo que está pasando es duro para los sorianos que hace décadas vinimos a Cataluña a dar lo mejor de nosotros. Los independentistas llevan muchos años trabajando para conseguir sus objetivos. No lo habríamos imaginado, pero no me extrañaría que tarde o temprano llegue la independencia, si no cambian las cosas.