Afirman que los derrames, en el entorno de la ermita de San Saturio, “presuponen” que la depuradora es el origen.
La asociación ecologista ASDEN ha denunciado hoy que en la la tarde de anteayer martes la superficie del Duero, entre la ermita de San Saturio y la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de la capital apareció cubierta de materia orgánica. “Su aspecto y ubicación junto a la EDAR de Soria hace presuponer que esta instalación es el origen del mismo”, han apuntado.
Se trata de un hecho, han asegurado, que “no es aislado” después de que el colectivo haya puesto el foco en diversas ocasiones por circunstancias parecidas hace año y medio.
Según han explicado los ecologistas, el aspecto de los vertidos de la EDAR, “a menudo” no se corresponde con unos parámetros autorizados, ya que “habitualmente” el vertido produce una pequeña cantidad de espumas, “pero en determinados momentos son más abundantes y llegan a ocupar todo el cauce”. De igual modo, en otros episodios, y siempre según han relatado, se forma una extensa mancha negruzca o de materia orgánica en suspensión, “que llega incluso hasta la misma ermita, como ha sido en este caso”.
En un comunicado, los ecologistas han significado también que los análisis y expedientes de la Confederación Hidrográfica del Duero reseñan que todo el proceso de depuración es correcto, y que no hay vertidos ilegales. Sin embargo, “la evidencia demuestra que estos vertidos ‘anómalos’ se producen regularmente, pero al ser en un corto espacio de tiempo no son detectados por los análisis regulares”. Para ASDEN, la consecuencia es que, “con vertidos autorizados o no autorizados”, el río y el embalse de Los Rábanos tienen una calidad y estado de conservación “pésimo”, que es “contradictorio” con los objetivos de la Directiva Marco Europea del Agua.
Igualmente, han insistido en que a estos vertidos de la depuradora hay que sumar otros como los vertidos del colector o elevador de aguas del paraje conocido como Soto Playa, cuyo expediente sancionador tal y como hacía público el Partido Popular ha conllevado una sanción de 600 euros para el Ayuntamiento, -la misma cantidad mínima de una multa de tráfico muy grave-. Los ecologistas han incidido en que se trata de una sanción que el Ayuntamiento “quiere trasladar al matadero de Soria, pero sin que haya por medio un riguroso expediente sancionador”.
“Este caso escenifica la falta de voluntad de resolver y prevenir los vertidos. En primer lugar, se negó la evidencia y los vertidos del colector en su momento fueron negados por el Ayuntamiento y por la Empresa Mixta del Agua”. Para ASDEN-Ecologistas en Acción los derrames muestran un “escaso compromiso” por el medio ambiente por parte de estas entidades, “aparentemente más interesadas en ocultar los problemas que en solucionarlos”.
Asumiendo que no se trata de un problema de color político, han desvelado que la pasada semana, “por causas desconocidas” se produjo una mortandad de peces en Garray. El suceso tuvo lugar en el entorno de la EDAR de dicha localidad. “En la línea de que no ocurre lo que no se ve, este hecho de enorme trascendencia ambiental no tuvo ninguna difusión”, han lamentado.
Para concluir, el comunicado incide en que “Garray y Soria, dos realidades diferentes con iguales resultados de contaminación ambiental y de desinformación. Garray cuenta con una EDAR sobredimensionada y de última generación, con procesos terciarios de depuración, que ha sido pagada por todos los castellanos y leoneses. La EDAR de Soria está obsoleta, y por disputas políticas no es sustituida por otra, que además se exige que sea pagada en una parte importante por los vecinos. En un caso por falta de medios y en otro por una pobre gestión, el río Duero sigue recibiendo numerosos contaminantes que afectan a su calidad”.
Además, también han enfatizado que el “panorama ambiental y administrativo” se produce igualmente en ríos de otras localidades de la provincia, como Almazán, Ágreda y Ólvega.