Es una nueva herramienta que permite realizar un seguimiento del 100% de las parcelas agrícolas reduciendo la gestión y los costes de control de las ayudas, así como agilizar los plazos de pagos a los agricultores.
La consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos, presentaba en la tarde de este miércoles en Dublín (Irlanda), ante los estados miembros de la UE y los responsables de Agricultura, Competitividad y controles de la PAC en la Comisión Europea, una herramienta tecnológica de monitorización de cultivos con el uso de imágenes de satélites que está sirviendo de prueba y contraste del proyecto lanzado por la Agencia Espacial Europea (ESA) denominado SENS4CAP (Sentinels for CAP o satélites para la PAC). Se trata de un proyecto pionero que está pilotando Castilla y León que permitirá reemplazar los controles tradicionales de la Política Agrícola Común (PAC) por un nuevo sistema de monitorización. Esta nueva herramienta permite un seguimiento del 100 % de las parcelas agrícolas para validar las declaraciones de ayudas hechas por los agricultores y orientar, así, los trabajos de campo solo hacia aquellos casos en los que se aprecia, mediante el tratamiento de las imágenes de teledetección, la necesidad de cumplir algún requisito, utilizando para ello un sistema de señales o alertas de colores a modo de 'semáforo'.
Este nuevo sistema permitirá simplificar y reducir la gestión y los costes de control de las ayudas de los organismos pagadores, así como ejercer una menor presión sobre los agricultores al reducir las visitas a las explotaciones. Dará, además, mayor garantía en la ejecución del presupuesto de los fondos europeos, al reducir la tasa de error, y mayor visibilidad de las ayudas a los contribuyentes europeos, ya que la monitorización del 100 % de las superficies ofrecerá una garantía de que las ayudas procedentes de la PAC se ajustan a la realidad agrícola sobre la que se aplican.
Como destacó la consejera de Agricultura y Ganadería, Castilla y León quiere avanzar aún más, proponiendo un sistema de máxima simplificación ‘Claim Less System’, en la que el agricultor no tenga que hacer una solicitud anual, sería suficiente que mantuviera actualizada su base territorial en el registro de explotaciones, para proceder a liquidar las ayudas que les correspondan en base a la actividad agraria que se detecte.
¿Cuándo estará disponible el nuevo método de control?
El calendario inicial con el que se trabaja es que esté disponible para la aplicación de la nueva PAC a partir de 2021. No obstante, el propio comisario europeo de Agricultura y Desarrollo Rural, PhiI Hogan, manifestó el pasado mes de mayo en la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo que no se debe esperar, necesariamente, a la nueva PAC para utilizar las nuevas tecnologías.
En este sentido, ya se han iniciado los trabajos de modificación de los textos legislativos para que, desde el próximo año, se puedan desarrollar proyectos de aplicación en los organismos pagadores que lo deseen.
A este respecto, como destacó la consejera de Agricultura y Ganadería, Castilla y León ya está trabajando en un proyecto de aplicación directa de las nuevas tecnologías con el objetivo de reducir las visitas de control sobre el terreno en 2018, de forma que en aquellas superficies o parcelas en las que el método automático de monitorización no ofrezca dudas, no se realizará la vista en campo.
Con esta herramienta se justificará la reorientación de la PAC hacia los nuevos objetivos que se persigan y se conseguirá una gestión más eficaz, reduciendo los plazos de pagos a los agricultores.
Más de 175.000 recintos y 330.000 hectáreas controladas en Castilla y León
La Consejería de Agricultura y Ganadería controla anualmente más de 175.000 recintos agrícolas y 330.000 hectáreas que se están utilizando para validar la exactitud de la nueva herramienta tecnológica desarrollada de monitorización de los cultivos, denominada la ‘verdad del terreno’. Los resultados obtenidos arrojan cifras de acierto superiores al 95% en casos como trigo, maíz, alfalfa o remolacha, entre otros.
Además, el uso de estas nuevas tecnologías está permitiendo efectuar seguimientos de otros compromisos que asumen los agricultores como es el caso de rotación de cultivos en medidas ligadas al agroambiente y clima del Programa de Desarrollo Rural 2014-2020.
La reducción de visitas, además de un ahorro de costes de control, permitirá ser aún más agiles en los pagos y poder garantizar el abono de las ayudas a los agricultores en el menor plazo posible con seguridad y garantías, un objetivo siempre presente en el programa de gobierno de Castilla y León.
Castilla y León, la elegida para realizar las pruebas del proyecto
El Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) propuso a la Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural de la Unión Europea (DG-AGRI) y a la Agencia Europea del Espacio (ESA) que fuese Castilla y León, como organismo pagador español, la Comunidad que realizase las pruebas en el marco del proyecto SEN4CAP y representase a España.
Esto se ha debido a que el Instituto Tecnológico Agrario (ITACyL) es el organismo que más ha trabajado en tecnologías relacionadas con el tratamiento de imágenes de satélite, y a su vez Castilla y León es la Comunidad más grande en extensión de España e incluso en términos de superficie agraria útil de Europa, lo que significa ser un buen modelo para el desarrollo de este proyecto de monitorización a gran escala y, por tanto, puede abarcar estados miembros completos. El FEGA eligió Castilla y León, además, por el impulso a la investigación que ha dado esta Comunidad.
ITACyL referente en Europa en el desarrollo de tecnología de innovación
El Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León ha impulsado, a través, del Mapa de Investigación e Innovación el uso de nuevas tecnologías utilizando satélites y teledetección, lo que le convierte en un referente tecnológico en el uso y puesta a disposición del sector de las geo-tecnologías, tanto en el ámbito nacional como europeo, con una destacada participación en el programa de investigación europeo H2020.
Así, en el año 2016, ya como uno de los proyectos del Mapa Investigación e Innovación puesto en marcha por la Consejería de Agricultura y Ganadería, el ITACyL concurrió a la convocatoria en un consorcio con centros de investigación de España, Francia, Italia y Polonia con un proyecto denominado Sentinels Synergy for Agriculture (SENSAGRI) que pretende explotar las sinergias de los satélites ópticos (Sentinel-2) y radar (Sentinel-1) para la generación de tres productos de interés agrícola a escala europea: mapas de cultivos, mapas de humedad del suelo y mapas de índices de área foliar.
El proyecto SENSAGRI, con financiación hasta 2019, tiene una marcada dimensión de investigación y en un principio no tenía conexión directa con las unidades gestoras de los fondos de la PAC en Europa. Es a partir de 2017, con el lanzamiento de SEN4CAP, cuando ambos proyectos toman rumbos paralelos en beneficio de la agricultura. De este modo, la Consejería de Agricultura y Ganadería ha diseñado un Big Data al que se van incorporando los datos proporcionados a través de ambos proyectos permitiendo, de esta manera, por un lado agilizar los controles de la PAC y, por otro, obtener información de cultivos, humedades de suelos y las áreas foliares proporcionada con imágenes actualizadas de manera permanente y frecuente. Se consigue, de esta manera, avanzar en una agricultura de precisión, planificar las cosechas, optimizar el uso del agua y de fitosanitarios y, por tanto, mejorar la productividad y ahorrar costes para ser más competitivos. Castilla y León se posiciona, de esta manera, a la vanguardia en modernización y optimización de recursos, y se prepara para afrontar los retos que marca la nueva PAC.
Hacia una agricultura inteligente y respetuosa con el medio ambiente
Como el propio comisario europeo Phil Hogan ha manifestado en reiteradas ocasiones, el uso de las nuevas tecnologías no sólo deben servir para mejorar el sistema de control y permitir una gestión de los fondos de la PAC, sino que deben ser útiles también para avanzar hacia una agricultura inteligente y responder a los nuevos desafíos como el cambio climático y a la volatilidad de los mercados. Es por ello, que es necesario, para avanzar y ser más competitivos, utilizar la investigación y la innovación para vincular mejor el conocimiento con lo que se cultiva. El desarrollo tecnológico y la digitalización permiten dar un gran salto en la eficacia para poder reducir el impacto de la agricultura en el medio ambiente y el clima, y reducir, al mismo tiempo, los costes de los agricultores.
De este modo, la consejera de Agricultura y Ganadería ha manifestado la necesidad de aprovechar la capacidad de la PAC para aumentar el flujo de conocimiento entre socios de diferentes partes de la Unión Europea como un gran valor añadido, ya que ahorrará costes, aumentará el impacto de la financiación y acelerará la innovación en los estados miembros.
Precisamente este es el contexto en el que se encuentra Castilla y León. La Comunidad tiene un papel destacado que debe seguir aprovechando para ser uno de los actores principales en el diseño de la futura Política Agrícola Común, una ‘PAC post 2020’ que debe estar más reforzada, tiene que ser más útil, más eficiente, que haga más atractiva la actividad agraria, que contribuya a conseguir los objetivos para los que fue creada y que demanda la sociedad de producir alimentos en cantidad y de calidad, de conservación del medio ambiente y del desarrollo territorial de las zonas rurales y con un fin de garantizar un sector agrario rentable sostenible para las próximas generaciones.