La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo da el visto bueno a iniciativas presentadas por la entidad soriana que pasan por mejorar la nutrición y a fortalecer el tejido empresarial, respectivamente, de estos países.
La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) ha aprobado dos proyectos de la organización soriana Cives Mundi en Malí y en República Dominicana.
En Malí, el proyecto se desarrollará en el Círculo de Kita, en la región de Kayes, y tiene como objetivo general contribuir a los esfuerzos existentes para mejorar la nutrición de los habitantes de este área a partir de un acceso sostenido de productos alimentarios diversificados y de buena calidad.
Además, el proyecto tiene un fuerte componente de género, tratando de visibilizar la problemática particular ligada a la mujer agrícola y a las dificultades de diferente índole que enfrenta en el ejercicio de su labor, y por tanto, en su derecho a desarrollarse y a participar activamente de la vida económica y social de la región.
Las personas beneficiadas por esta acción se cifran en 10 cooperativas de mujeres y 11 parcelas familiares, en total 484 personas, de las cuales 473 (el 97%) son mujeres. También forman parte del colectivo beneficiado sus familias, sumando aproximadamente 4.000 personas.
Como beneficiarios indirectos hay que citar las colectividades del Círculo de Kita y la población del área que verá aumentada la disponibilidad de productos de calidad y variedad suficiente en los mercados.
En el círculo de Kita, en la región de Kayes, los hogares que tienen la diversidad alimentaria más débil son mayoritariamente aquellos con ingresos irregulares, provenientes de la pesca, jornaleros, artesanos, y campesinos hortícolas. En Malí, la proporción más importante de estos hogares (24,6%) viven en el Círculo de Kita, región de Kayes, que es la zona de intervención propuesta (ENSAN, 2015: 10 anexo 4). Se estima además que un 30% de los hogares del círculo de Kita, han deteriorado su consumo alimentario en tan solo un año (2015 en relación a 2014).
La contribución del proyecto a fortalecer el derecho al ejercicio a una alimentación equilibrada y saludable, se realizará a partir de la consecución de cinco resultados estructurados en actividades principales como la mejora de la calidad de los cultivos, con introducción de técnicas de cultivo eficientes y favorecer el tránsito a la agroecología; aumento de la productividad de las parcelas, a través de técnicas accesibles al colectivo meta así como del análisis y técnicas de conservación de la calidad del suelo; y difusión de tecnologías de riego mejorado a bajo coste y adaptados al medio, formación y construcción de pozos. Además se contempla el trabajo planificado para el acceso a mercados, a través de un sistema de información del mercado; la contribución a la mejora institucional de las cooperativas de mujeres, con acciones de sensibilización, formación y acompañamiento, así como permitir una efectiva coordinación de las acciones a partir de un abordaje participativo y armonizado con las instituciones locales.
En República Dominicana, el proyecto fortalecerá el tejido económico empresarial local y el desarrollo humano de poblaciones vulnerables (mujeres y jóvenes) de las regiones de Ozama, Yuma e Higuamo, mediante el impulso de iniciativas de generación de ingresos y de oportunidades de empleo de calidad a través la promoción de la economía e innovación social y el refuerzo de sus capacidades para desarrollar emprendimientos sociales inclusivos, y sostenibles.
La CE considera como empresas sociales los negocios que proveen bienes o servicios sociales o servicios para personas vulnerables y los negocios cuya producción de bienes y servicios tiene un fin social, pero cuya actividad productiva puede no ser la producción de bienes o servicios sociales.
La capacidad de las empresas sociales para impactar directamente el desarrollo local y corregir desigualdades socioeconómicas importantes, a través de la movilización de la sociedad civil, mientras generan impactos sociales positivos en las comunidades locales, ha sido comprobada.
Por lo tanto, al apoyar, impulsar y promocionar el emprendimiento social en República Dominicana, la acción fomentará la implementación de soluciones sostenibles social, económica y medioambientalmente a problemas sociales que provocan el empobrecimiento de las comunidades más desfavorecidas; generará un crecimiento económico de amplia base social y promoverá la creación de empleo; mejorará la empleabilidad y habilidades emprendedoras de los titulares de derechos; establecerá un punto de contacto entre el tejido social, empresarial y financiero en el país creando empresas innovadoras sociales por parte de los titulares de derechos; promoverá la participación y el empoderamiento de los sectores más vulnerables y/o excluidos.
En este punto, la acción es muy innovadora puesto que el concepto de emprendimiento social es todavía muy nuevo en la República Dominicana.
El proyecto promoverá los derechos económicos como derechos humanos, potenciando el derecho al trabajo de forma igualitaria para hombres y mujeres y otros derivados de una mejora en la generación de ingresos y empleo, como el derecho a la alimentación o el derecho a la educación.
Este proyecto será implementado de forma conjunta por el MIC y CivesMundi, y contará con la participación activa de diversos titulares de obligaciones y responsabilidades relacionados con el emprendimiento social.
Entre las actividades previstas destacan: campaña de sensibilización sobre el emprendimiento social; puesta en marcha de un espacio físico de coworking; realización de concursos para identificar potenciales emprendimientos sociales; programa de incubación y acompañamiento para los emprendimientos seleccionados; rondas de inversores que aseguren la oportunidad de acceso a financiación; formaciones (gestión de empresa, emprendimiento y educación financiera, consultores, etc.); puesta en marcha de productos financieros adaptados; diseño de un sistema de medición de impacto especifico; y una jornada sobre las Alianzas Público-Privadas para potenciar la inversión en emprendimientos sociales.
En los 24 meses de ejecución, se pretende haber identificado, incubado y facilitado acceso a financiación al menos 30 emprendimientos sociales, que una vez finalizado el proceso, dispondrán de un espacio de coworking para su puesta en marcha. Paralelamente, se pretende reforzar las capacidades de 135 personas en temas relacionados con el emprendimiernto social, capacitar 90 personas en emprendimiento y educación financiera, certificar 90 personas como consultores en emprendimiento social y sensibilizar a 210 jóvenes sobre esta meteria.
Por último, se creará un ecosistema de titulares de derechos, responsabilidades y obligaciones en torno al emprendimiento social, que sienten las bases de un modelo de desarrollo inclusivo y sostenible.