La venta por terminal y la posibilidad de jugar prácticamente cualquier número desde cualquier lugar ha cambiado el sorteo más especial del año. Para siempre y para mal.
La magia del sorteo extraordinario de la Lotería de Navidad era que le tocaba a mucha gente, pero a mucha gente conocida entre ella. Los premios de este sorteo no son tan increíbles como los de otros sorteos, o dicho de otra forma “no dan para retirarse”, pero la forma de venta tradicional y la cercanía a las fiestas navideñas hacían el 22 de diciembre un día muy especial.
Cuando en el año 1997 la peña Frente Rojillo vendió el tercer premio regó Soria de millones. El 17.033 dejó en Soria más de 3.000 millones de las antiguas pesetas, al cambio más de 18 millones de euros. Miles de sorianos llevaban una papeleta de la peña numantina y se llevaron su pequeño pellizco. Familias enteras donde todos sus miembros llevaban alguna papeleta, grupos de amigos que lo celebraron con viajes y cenas. Algunos todavía recuerdan la fiesta que se vivió aquel 22 de diciembre en la Herradores.
En 2017, 20 años después la suerte ha vuelto a visitar Soria, o al menos eso dicen. El segundo premio, el 51.244, se ha vendio en la calle Claustrilla. ¿Cuánto? La friolera cantidad de un décimo. 125.000€ para un afortunado, soriano o visitante. No sabemos si el número salió aleatoriamente de la máquina o fue el afortunado quien lo pidió. La administración coloca su cartel del “Vendido aquí” y los periodistas titulamos “El segundo premio vendido en Soria” pero no hace falta ser un lince para saber que no es lo mismo.
El marketing y las nuevas tecnologías han cambiado el sorteo. Ahora un alto porcentaje de números se venden en varias administraciones a la vez. Además cualquiera puede comprar el número que desee desde cualquier administración siempre que dicho número no lo tenga comprometido otra administración. Por si esto fuera poca “perversión” de la ilusión son muchos los loteros que han descubierto que es mejor vender 10 'mantas' de 10 números distintos que 10 del mismo. Multiplican por 10 la posibilidad de colgar el “vendido aquí”. Con esta estrategia que administraciones como La Bruixa d'Or o Doña Manolita o provincias como Soria repartan algún premio gordo es prácticamente seguro.
Para que se hagan una idea, el segundo premio de año pasado fuevendido en 63 administraciones y en la página web de Loterías y Apuestas del Estado. Algo parecido pasaba con la mayoría de los quintos. El gordo lo vendieron también 17 administraciones, entre ellas Doña Manolita y La Bruixa d'Or. Las administraciones tienen números asignados, que son los que venden en décimos en la ventanilla y los que venden a clubs, asociaciones, peñas, negocios… que los venden o los regalan. A mayores venden décimos en ventanilla, de los que suelen vender varias sábanas y números “por máquina” y aquí es donde se produce la distorsión total, donde una administración puede vender un solo décimo de miles de números diferentes.
Evidentemente, a la persona que lleva un décimo y se ha metido varios miles de euros al bolsillo le da igual si es ventanilla o papeleta, consignado o por máquina. Pero también es palpable que los sorteos de Navidad ya no son como antaño. Por eso cuesta encontrar en los medios imágenes de mucha alegría, porque la alegría cae “muy repartida”. Seguramente, demasiado.