La Alianza UPA-COAG ha comunicado solicita a la Consejería de Agricultura y Ganadería mayor flexibilidad por los cambios en la condicionalidad de la PAC a partir de 2018y que afectan principalmentea la aplicación de purines y estiércoles.
La entrada en vigor del Real Decreto 980/2017, de 10 de noviembre de 2017, modifica ciertas normas de condicionalidad en las explotaciones agrícolas, que afectan principalmente a la aplicación de purines y estiércoles en las parcelas de cultivos, y pone en manos de las Comunidades Autónomas la forma de aplicación del mismo.
Desde la Alianza UPA-COAG, han trasladado a la Consejera, la necesidad de que la Comunidad Autónoma establezca excepciones al respecto y de esta manera los agricultores y ganaderos no queden en inferioridad competitiva respecto de otras comunidades autónomas que las lleven a efecto.
El Real Decreto, dice textualmente que desde el uno de enero de 2018, la aplicación de purín en las superficies agrícolas no podrá realizarse mediante sistemas de plato o abanico ni cañones, pudiendo las comunidades autónomas establecer excepciones, atendiendo a las características específicas de las superficies afectadas, incluidas las condiciones orográficas y climáticas, u otros motivos, debiendo las mismas quedar debidamente justificadas.
Además los estiércoles sólidos deberán enterrarse después de su aplicación en el menor plazo de tiempo posible. No obstante, se podrán exceptuar de esta obligación, si la comunidad autónoma así lo establece, los tipos de cultivo mediante siembra directa o mínimo laboreo, los pastos y cultivos permanentes, y cuando la aportación del estiércol sólido se realice en cobertera con el cultivo ya instalado.
Si estos requisitos o condicionantes en la aplicación de purines o estiércoles, no se suprimen o se flexibilizan, los ganaderos tendrán un serio problema con la eliminación de los mismos, puesto que la maquinaria que actualmente se estaba utilizando, las llamadas cubas de purín y esparcidores de estiércol para la distribución de los mismos, no cumple esta normativa ya que no incorporan los purines al suelo sino que lo distribuye sobre el terreno, y no es de recibo que pretendan imponernos restricciones sin un preaviso lo suficientemente largo para permitir la adaptación de la maquinaria de aquellos agricultores o ganaderos que hayan invertido en maquinaria aún sin amortizar y que de golpe dejen de poder utilizarla, sin que se haya previsto compensación a cambio.
En la provincia de Soria, las explotaciones de ganado porcino se encuentran en continuo crecimiento con una cabaña próxima al millón de cabezas, por lo que existe una gran producción de purines, a lo que debemos añadir la posible puesta en funcionamiento de la macro-granja de vacuno de leche en Noviercas, por lo que va ha ser más necesario que nunca una buena gestión de los purines en las tierras de cultivo.