Los vecinos de Almarza han llevado el arca hasta el paraje Canto Redondo, punto de encuentro con los vecinos de San Andrés, desde donde han conducido el arca hasta su localidad, donde se guardará el arca y sus legajos. La nieve ha sido un invitado no esperado.
El arca ha salido del Ayuntamiento de Almarza, a hombros de los vecinos, y se ha llevado hasta el paraje Canto Gordo, en la carretera que une Almarza con San Andrés. Ahí se ha celebrado un breve acto, con los vecinos de ambas localidades. La alcaldesa de Almarza, Ascensión Pérez, ha recordado el valor simbólico del arca, que sirve para unir a los dos pueblos, y que también representa la fortaleza y la lucha de superación del municipio. También intervino la representante municipal de San Andrés y teniente de alcalde del Ayuntamiento, Laura Díez, y el invitado Alberto Santamaría, presidente de Tierraquemada. Santamaría ha señalado que la fiesta del Arca también es un elemento de unidad y de libertad, al igual que lo fue Numancia.
Esta fiesta del Arca se celebra desde el siglo XIV, y sirve para recordar el aprovechamiento que se hace de la Dehesa de la Mata, por parte de la Hermandad de los Cuatro Lugares: Almarza, San Andrés y los ya desaparecidos Cardos y Pipaón. El arcón de madera, que tiene 300 años, guarda unos documentos en donde quedan patentes los privilegios otorgados por el rey Alfonso XI, para usar la Dehesa. El arca se guarda cada año en uno de los dos pueblos de la Hermanda que aún existen, Almarza y San Andrés.